Shiffrin inicia el reto de Phelps: se lleva el oro en el gigante

La estadounidense Mikaela Shiffrin consiguió este jueves el segundo título olímpico de su carrera al ganar la prueba de eslalon gigante de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang (Corea del Sur).

Segunda clasificada tras la primera manga, dominada por la italiana Manuela Moelgg, la joven esquiadora de Vail (Colorado) reaccionó en la segunda y definitiva ronda.

Mikaela Shiffrin mejoró el registro obtenido en la manga inaugural (1:10.82) con un valioso 1:09.20. El total, de 2:20.02, le entregó el oro por delante de la noruega Ragnhild Mowinckel (+0.39) y de la italiana Federica Brignone (+0.46).

Con ese primer puesto, la estadounidense engrosa un palmarés que, a sus 22 años, es imponente.

Campeona olímpica en el eslalon en los Juegos de Sochi 2014, este jueves festejó otro éxito en una gran cita invernal con su triunfo en el eslalon gigante.

Shiffrin cuenta, además, con tres títulos mundialistas de eslalon, conseguidos en Schladming (Austria), Vail/Beaver Creek (Estados Unidos) y St. Moritz (Suiza) en 2013, 2015 y 2017.

En esos últimos Mundiales capturó asimismo una medalla de plata en eslalon gigante, que suma a sus 41 victorias en la Copa del Mundo de esquí alpino. Shiffrin dominó la general de este circuito el pasado curso y promete repetir como vencedora del gran Globo de Cristal, toda vez que lidera la clasificación con 1.513 puntos por los 842 de la suiza Wendy Holdener.

Su prioridad ahora, sin embargo, son los Juegos Olímpicos de PyeongChang, donde la joven estadounidense desea seguir haciendo historia. A sus 22 años y con una progresión formidable, Shiffrin es ya una de las grandes campeonas de siempre. Pero puede serlo más.

Este viernes, de hecho, reaparecerá en el centro alpino de Yongpyong en busca de un nuevo oro en la prueba de eslalon.

En esa disciplina consiguió cinco de sus diez triunfos en la presente temporada en la Copa del Mundo.

Será, sin discusión, la principal favorita.