Ni los 50 de Durant frenan a la pareja Lillard (44)-McCollum (29)
La derrota de los Warriors (44-14) en Portland convierte a los Houston Rockets (44-13) en el mejor equipo de la NBA de cara al parón del All Star.
Fuegos artificiales en Oregón. Puede que para celebrar que Damian Lillard será de nuevo All Star. También es posible que el motivo fuera la visita de los campeones. En cualquier caso (porque cualquiera me vale), gran fiesta del baloncesto. Ritmo frenético, puntos, triples, golpes y ajedrez. Mucho ajedrez.
Los Warriors salieron dormidos (perdiendo balones, malos tiros...) y lo pagaron con el primer bofetón. En solo unos minutos, dos triples de Lillard, uno de McCollum y explosión de júbilo en una grada con ambiente de playoffs. Hasta los 40 se fueron los Blazers en 12 minutos (18 ya para Dame...). Y Steve Kerr dijo tras el primer cuarto que ya habían llegado al parón del All Star...
A partir de aquí, los Warriors marchan y los Blazers aguantan. Y aguantaron golpeando. Los unos contra uno de McCollum (29 puntos totales) y el buen hacer interior de Nurkic (17+13) mantuvieron por delante a los locales mientras Durant (20 en la primera mitad y no había hecho más que empezar) tiraba sin ayuda de los campeones: Curry y Klay se fueron al vestuario con cinco aciertos en 18 intentos.
En la segunda parte, los fuegos mutaron. Un nuevo nivel. La hora de los dragones de fuego y esas cosas que suelen salir en las películas. La partida entre Kerr y Stotts la iban a decir los quintetos pequeños y las superestrellas. Los Blazers con la pareja interior Harkless-Aminu para intentar frenar una versión de la famosa Death Lineup que cojeó ostensiblemente de una pata (ni una metió Nick Young cuando tocaba...).
Triple de Klay (17 en 15 tiros...), triple de Curry (17 en 17 tiros...) y partido empatado a 99. Les tocaba a los Blazers demostrar que estaban para competir a tumba abierta contra los mejores. Apareció Lillard, también Napier... Pero Durant se iba a los 50 pasara lo que pasara. Anotaba sin parar (dos jugadas de cuatro puntos en el tercero), mirada asesina, sensación imparable.
En un giro repentino de guión, el '35' falló las dos últimas: un triple en carrera y la más fácil que había tenido en todo el partido. A la tercera acertó con medio pie fuera del campo. No era su final...
Los Blazers escaparon por una rendija de las garras del coloso. Y lo hicieron seguramente gracias a un triple espectacular de CJ McCollum tras paso atrás y sobre Curry. Triunfo merecido, peleado, sufrido y extremadamente divertido.
Los Blazers son sextos en el oeste (32-26), a solo medio partido del quinto y a solo uno del noveno. Los Warriors, segundos. Sí, segundos. Han perdido cuatro de los últimos ocho y no han encontrado respiro en unos Houston Rockets que llegan al parón del All Star como un avión: 10 triunfos consecutivos, 14 de los últimos 15 y 17 de los últimos 19.