Darder: "Vine a darle creatividad al juego, pero me está costando"
El mediocentro del Espanyol se siente "renovado desde el primer día" y reconoce que "no es un fracaso estar lejos de Europa".
Sergi Darder como síntoma. El mediocentro blanquiazul, que si juega más de 45 minutos en cuatro partidos el Espanyol está obligado a comprarlo por ocho millones, reconoce que no está aportando lo que se esperaba de él cuando lo contrataron en agosto. “Cuando fiché, no se me dijo dónde jugaría, sino que venía a ser un jugador que tuviera el control y a dar ese paso adelante. El objetivo es darle creatividad al juego, pero me está costando. Cuando juegas a otro estilo, es complicado. El pelotero sobresalta menos que el mediocentro defensivo. Trataré de mejorar. Tengo las condiciones para ello. No tengo que marcar diferencias, pero se me ficha para tener más control del balón y debo ser capaz de hacerlo”.
El estilo de juego del Espanyol no es compatible con el de Darder. Pese a ello, el mallorquín se rebela y espera poder adaptarse a otras funciones. “Es evidente que no me favorece, sería engañar decir que beneficia a jugadores como yo cuando se juega al contraataque. Pero hay otros ejemplos, como Koke y Saúl, que son futbolistas de calidad, pero si jugasen en un Barcelona con posesión destacarían más. Estoy bastante contento, he jugado prácticamente todo. Tengo la confianza del técnico y es de agradecer. Queda mucho todavía. Los conceptos tácticos son diferentes”, argumentó.
Uno de los aspectos que destacó Darder sobre la situación del equipo y arrojó luz al modelo de juego del Espanyol es el exceso defensivo en partidos como el de Vigo: “Cuando marcamos un gol pronto nos dedicamos a defender, estar detrás, el técnico nos lo ha recriminado. Hay que intentar recuperarla en campo contrario”. Y abundó en esa posición nueva como extremo izquierdo. “Son perfiles, con el técnico hablamos de posiciones. Pienso como él. Puedo jugar en la banda perfectamente, pero los conceptos tácticos son diferentes. Si fuese él, quizás me pondría en la banda. La clave es el perfil. Debo mejorarlo, porque el mediocentro es más defensivo. Cuando juegas en la banda tienes más libertad. Cuanta más posesión tenemos más tiempo para poder jugar”.
Le siguió dando vueltas a su posición en la banda y a los vicios del Espanyol de echarse para atrás. “Él dice que tiremos para adelante, pero al final todos los equipos tienen la mala costumbre de ir hacia atrás. No queremos recibir goles. No estamos incómodos defendiendo. Por eso a veces cuando queremos estar en medio el rival nos lleva abajo. Hay que estar más arriba. Cada uno debe hacer más. Estamos muy precipitados en ataque”.
Se siente renovado y no ve un fracaso estar lejos de Europa
El futbolista espera que el equipo vaya para arriba y reconoce que el principal problema es de confianza, un aspecto que representa un 80 por ciento en equipos profesionales. “Queremos quedar más arriba posible. Debemos ser optimistas, y a veces nos guiamos por extremos. Las sensaciones son malas, pero empatamos. Hay que ser más conscientes de quiénes somos y dónde estamos. No estamos para luchar por el descenso. Debemos estar mejor, es culpa nuestra no estarlo, pero ahora mismo si no estamos entre los seis primeros no es un fracaso. Estar lejos de Europa no es un fracaso”, insistió.
Aunque para ello, tiene claro que “tenemos que tener más regularidad. Debemos ganar partidos. Hay que correr y ganar. Hicimos tres partidos ante el Barcelona a buen nivel, y eso significa que podemos hacerlo con cualquiera. Debemos mejorar de aquí al final de temporada”. Y, sobre su continuidad, él tiene claro que estará muchos años en el Espanyol. “Me siento renovado desde el primer día. Vengo con la ilusión de quedarme. Me quedan cuatro o cinco aún. Tengo ganas de quedarme. No haré una fiesta cuando se cumplan. Me siento aquí para un contrato largo”.