Feliz cumpleaños 58 a Jim Kelly, todo un campeón
El ex quarterback de los Buffalo Bills ha sorteado una inimaginable cantidad de obstáculos para cumplir otro año más de vida. Felicidades, Jim Kelly.
Nadie pensaría que perder cuatro Super Bowls sería la parte más fácil en la vida de Jim Kelly. Pero el exquarterback de los Buffalo Bills tiene algo mucho más valioso que cualquier sortija de campeonato, vamos incluso más preciado que su inducción al Salón de la Fama: Un año más de vida.
Kelly cumple el miércoles 58 años de vida, apropiadamente en San Valentín, pues nadie es capaz de amar tanto la vida como alguien que lo ha sufrido todo y, más importante aún, se ha levantado de todo.
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Apenas hace cuatro días, Kelly se sometió a un procedimiento para retirarle la vesícula biliar, tan solo el más reciente obstáculo en una vida repleta de ellos. Y aquí sigue, luchando como en cada una de esas 29 ofensivas para ganar el partido que comandó en su ilustre carrera de 11 temporadas.
Durante una trayectoria en la que guio a los Bills a cuatro apariciones de Super Bowl de manera consecutiva, Kelly fue considerado como uno de los jugadores más duros y resistentes de la liga en una época en la que las protecciones al quarterback eran prácticamente arcaicas. Eso lo preparó para lo que vendría más adelante. Si creen que enfrentar a Leon Lett, Charles Haley y Ken Norton Jr., era difícil, Kelly gustoso asumiría nuevamente el reto en lugar de tener que lidiar con verdaderas pruebas.
Ocho años después de retirarse, en 2013, a Kelly se le diagnosticó una rara forma de cáncer en el maxilar superior. Sobrevivió después de 35 sesiones de quimioterapia. Dos veces.
“Al principio, ‘Kelly Tough’ para mí era ser fuerte físicamente, volver de las lesiones, volver de lo que muchas personas no podrían, simplemente aguantar el dolor”, explicó Kelly en una entrevista al diario USA Today en 2014. “Pero posteriormente me di cuenta que ‘Kelly Tough’ va más allá del aspecto físico, es el aspecto mental. Ser fuerte mentalmente es posiblemente algo tan importante, o más importante aún”.
Tenía mucha práctica. A lo largo de su carrera fue capturado 323 veces por jugadores como Derrick Thomas, Kevin Greene y Trace Armstrong, pero el golpe más duro que recibió fue precisamente un 14 de febrero de 1997, en el que se supone sería el día más feliz de su vida. Compartir tu cumpleaños con tu primer hijo varón se supone que debía ser especial, pero en cambio Kelly recibió ese día la peor noticia de su vida cuando a Hunter se le diagnosticó la enfermedad de Krabbe. Le daban tres años de vida.
Pero algo había en el gen de los Kelly, que Hunter - quien contra todos los pronósticos vivió hasta los 8 años - se mantuvo con vida para ver el ingreso de Jim al Salón de la Fama en 2002.
“Desde el día en que fui seleccionado, le pedí a Dios que mi hijo estuviera aquí hoy”, dijo Kelly en su discurso de entronización. “Dios me concedió esa bendición. Durante toda mi carrera escribieron que mi sello era mi resistencia. Bueno, pues la persona más dura que he conocido en mi vida es mi héroe, mi soldado, mi hijo, Hunter”.
¿Quién necesita un anillo del Super Bowl cuando se tienen tantos triunfos? Jim Kelly no.