Baker Mayfield tiene todos los ingredientes de un petardo
Ahí están los Cleveland Browns. La versión del Rey Midas, pero a la inversa. Todo lo que tocan lo convierten en… bueno, en Cleveland Browns.
Y ahí están en la primera posición del Draft 2018 de la NFL, para variar, en busca de un quarterback.
Los Colts son terceros, los Broncos son quintos y los Jets tienen la sexta selección global. Los tres también necesitan un pasador.
Hay cinco prospectos que, al menos antes del Scouting Combine, aparentemente están en muchos pizarrones como material de primera ronda: Josh Rosen (UCLA), Sam Darnold (USC), Lamar Jackson (Louisville), Josh Allen (Wyoming) y Baker Mayfield (Oklahoma).
Mayfield es el más polémico de esta quintilla porque rememora a Johnny Manziel. No, no es algo de lo que uno deba sentirse orgulloso.
Baker Mayfield mide 1.83 metros de altura y eso ya es un problema cuando se trata de jugar como quarterback en la NFL. Drew Brees y Russell Wilson son las excepciones de una larga lista de pasadores de “baja estatura” que no duraron mucho en la liga.
Hasta hace algunos años, Doug Flutie fue otro de esos “chaparritos” que sobrevivió en tierra de gigantes.
Mayfield, al igual que Manziel, mostró buenas cosas en su carrera colegial. En la universidad de Oklahoma, al comando de una ofensiva “Spread Option” y desde la Shotgun, Baker completó 69.8% de sus envíos para 12,292 yardas (promedio de 307.3 por partido), con 119 touchdowns y 21 intercepciones. Por tierra sumó otras 893 yardas y 18 anotaciones.
Su comportamiento dentro y fuera del campo es lo que realmente preocupa a algunos scouts. La campaña 2017 apenas comenzaba cuando Mayfield fue arrestado en Fayetteville, Arkansas, por “intoxicación pública, conducta desordenada, huida y resistencia al arresto”. El jugador se disculpó y dijo que ése había sido uno de los “peores errores” de su vida.
Pero cometió algunos otros errores.
Al final del partido ante Ohio State, Mayfield plantó la bandera de Oklahoma en el centro del campo tras la victoria de los Sooners, 31-16 sobre los Buckeyes.
En noviembre, contra Kansas, Mayfield se agarró la entrepierna y luego gritó algunas linduras a la banca de los Jayhawks.
Es la inteligencia emocional lo que preocupa de este ganador del Heisman.
“Creo que habría que sentarse y hablar con él”, dijo Kurt Warner, ex quarterback en la NFL y ahora miembro del Salón de la Fama. “Hay algunos otros aspectos de su personalidad que me gustan mucho. Me gusta su energía. Incluso he escuchado que lo han comparado con Brett Favre. Pero hay que hablar con este muchacho y descubrir si puede madurar y desarrollarse y que entienda los dos lados de la moneda”.
Dudo que lo logre.
Mayfield tiene todos los ingredientes de un petardo en la NFL.
Probablemente sea reclutado dentro de las 10 primeras selecciones del Draft, pero es sólo por la posición que juega y el hecho de que los quarterbacks están sobrevaluados en esta liga.
Manziel es un caso aparte (de hecho recién confesó que tiene desorden bipolar), pero Baker Mayfield no tiene los atributos físicos necesarios para brillar en la NFL y su comportamiento dentro y fuera del campo ha dejado mucho qué desear.
Lo mejor es evitarlo a toda costa en el Draft, pero siempre habrá alguien que quiera correr el riesgo con un chico de personalidad problemática.
Y más temprano que tarde se arrepentirán de reclutarlo.