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REAL MADRID-PSG

Hoy hace un año de la noche más feliz del PSG…

El 14 de febrero de 2017, los parisinos fueron un ciclón y ganaron 4-0 al Barcelona. Tres semanas después, las risas terminaron en lágrimas.

Hoy hace un año de la noche más feliz del PSG…

Hoy hace justo un año de, seguramente, la noche europea más feliz del Paris Saint Germain, más incluso que la Recopa que adorna sus vitrinas como único título europeo. Un ciclón llamado PSG pasó por encima del Barça del tridente y le aplastó 4-0 en una exhibición técnica, táctica y física. "Su planteamiento fue mejor", admitió después del partido Sergio Busquets abriendo una de las primeras brechas que precipitaron el adiós de Luis Enrique.

Ni aquella remontada a principios de los 90 con gol de Kombouaré. Nada fue igual que la noche del 14 de febrero de 2017 para los aficionados del PSG. Con un once firmado por Trapp; Meunier, Marquinhos, Kimpembe, Kurzawa; Rabiot, Verratti, Matuidi; Di María, Cavani y Draxler, Emery maniató el juego posicional del Barcelona e, introduciendo como variante táctica a Di María como enlace en lugar de extremo derecho, martilleó una y otra vez al Barça. Di María adelantó a los parisinos en el primer tiempo y, más tarde, Verratti asistió a Draxler para el 2-0. El ambiente en el Parque de los Príncipes resultó realmente impactante. Tras el descanso, el Fideo hizo el tercero y Cavani cerró la cuenta en otro contragolpe. El resultado pudo resultar escandaloso. El Barça era un muñeco y por momentos dio la sensación de que el PSG podría hacer los goles que se propusiese. Los azulgrana, esa noche de verde agua, sólo pudieron marcar en un cabezazo de Umtiti al poste. El 4-0 dijo exactamente lo que pareció el partido. Nadie quería moverse al final del Parque de los Príncipes. Aquello se celebró como un título. Tanto que Rabiot y Kurzawa subieron a sus redes sociales una imagen mientras pasaban el control antidoping en la que el centrocampista señalaba los cuatro goles que había encajado Ter Stegen.

Sólo Emery, que había preparado a conciencia durante un mes el partido, fue prudente en rueda de prensa. “Jugar contra el Barça es una motivación y dificultad muy grande. El partido de hoy nos deja un buen sabor de boca, pero prudencia. Si algo sabemos es la dificultad del Barça; allí puede ser algo diferente. Está en nuestras manos poder mantener el nivel de hoy”.

Tres semanas después, la noche más feliz se convirtió en la más negra de la historia del PSG.