Gerard Piqué no está para fiestas
El central junto al lesionado Vermaelen, que acudió a la Ciutat Esportiva pese a que Valverde había concedido día de fiesta.
Gerard Piqué se está ganando a pulso los galones de cuarto capitán que dejó huérfano este mes de enero Javier Mascherano al marcharse al fútbol chino. Y es que el central catalán se está abonando a la épica en estas últimas semanas: ante el Valencia en el partido de Copa en Mestalla jugó mermado en su rodilla derecha aguantando casi ochenta minutos y ante el Getafe en Liga entró en la convocatoria por si ocurría algún percance con Yerry Mina pese a seguir semilesionado.
Este martes ha vuelto a demostrar su compromiso al ser el único jugador de la plantilla que ha acudido voluntario a la Ciutat Esportiva pese a que Ernesto Valverde había concedido día libre. Piqué es consciente que el equipo le necesita ahora más que nunca, sobre todo tras dejarse por el camino cuatro puntos en las dos últimas jornadas en Liga y ver reducida la ventaja con el segundo a ‘solo’ siete puntos, por lo que no dejará a los suyos tirados este sábado ante el Eibar. El internacional está luchando a contrarreloj para superar de una vez por todas sus molestias en la rodilla derecha que le han impedido jugar al cien por cien en los últimos partidos.
Las sensaciones no pueden ser más positivas, por lo que su participación en el partido en Ipurúa está garantizada, con casi toda seguridad haciendo pareja con el francés Samuel Umtititi, ya que todo indica que Thomas Vermaelen aún no habrá recibido el alta médica. En el banquillo regresaría Yerry Mina, tras realizar un partido más que convincente ante el Getafe en la última jornada.
Valverde no está dispuesto a hacer más concesiones en la Liga y alineará ante el Eibar un once con pocas rotaciones, pese a que el partido de la Champions ante el Chelsea está a la vuelta de la esquina.