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BARCELONA

Valverde, segundo desafío

Ocho meses y medio después de llegar, y tras haber normalizado el club y devolverlo a una dinámica ganadora, se enfrenta al reto de que no caiga físicamente y gane títulos.

Ernesto Valverde.
JOSEP LAGOAFP

Ernesto Valverde prometió en su presentación el 1 de junio de 2017 “profundizar en el estilo Barça”. No hace falta recordar que lo ha conseguido. Tampoco extenderse en el fango en el que se vio metido en verano, con el caso Neymar, el amago de moción de censura, el fracaso inicial en el intento de fichar a Coutinho, el desastre de la Supercopa y la incomodidad del contexto socio-político. A todo ello, Valverde ha respondido desde la normalidad y el criterio. Un equipo al que el adiós de Neymar ha permitido recuperar equilibrio defensivo y que, pincelada a pincelada, ha llegado incluso a recuperar brillantez (0-3 en el Bernabéu). En el que nunca falla Messi y al que últimamente siempre acude Suárez. El resultado es un equipo protegido por Ter Stegen y ordenado por Rakitic y Busquets que es líder sin perder en Liga después de 23 jornadas; finalista de Copa con sólo dos goles encajados por el camino; y en octavos de final de Champions. Pero un equipo al que aún le queda por cerrar el trabajo: los títulos.

Una vez solventado con sobresaliente su primer desafío, normalizar al Barça, devolverle la confianza que había perdido en verano e instalarlo de nuevo en una dinámica ganadora, a Valverde le llega el segundo en el noveno mes. Tiene que poner en marcha una nueva hoja de ruta en la segunda parte de la temporada con varias claves. Tácticamente, los partidos de Liga ante Alavés (2-1), Espanyol (1-1) y Getafe (0-0) pueden ser una pista para el Txingurri. Los equipos han repetido un patrón que se le empieza a atragantar: cerrados atrás, agresivos y contragolpeadores, el Barça se puede encontrar con ese modelo de aquí a final de temporada. Valverde busca recursos. Su idea es mantener el equipo tipo y el mismo concepto de juego, pero necesita ayudas suplementarias. Las espera de Coutinho en Liga y de Dembélé en Champions. 305 millones de euros de inversión así lo exigen. No obstante, su once tipo seguirá siendo el de toda la temporada (Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba; Busquets; Rakitic, Paulinho, Iniesta; Messi y Suárez).

Además de los tácticos, Valverde debe medir muy bien la cuestión física. Más de nueve jugadores del Barça jugaron más del 70 por ciento de los minutos en la primera vuelta. Existe la sensación de que el equipo puede sufrir físicamente ahora que los títulos se van a poner en juego y que puede que haya secuencias de partidos exigentes. En descargo de Valverde hay que apuntar que la autoestima del Barça era tan poco a principio de temporada que tuvo que tirar de los mejores para ir llenando el saco de puntos y sensaciones. Para que el vestuario del Barça volviera a creerse el Barça. Valverde determinará en estos días de descanso en qué punto físico está el equipo para tratar de recuperar una chispa que se ha ido dejando en enero un equipo que ya suma 33 partidos oficiales este curso.

Además de introducir matices tácticos e intentar devolverle energía a las piernas de sus jugadores, Valverde y su equipo de trabajo considera fundamental que sus jugadores no duden y mantengan el nivel de confianza que alcanzaron hace unas semanas cuando la Liga parecía en el bolsillo. Psicología sencilla. Que los jugadores se sientan los mejores y no visualicen la posibilidad de fallar sino de volver a firmar otra temporada histórica. Valverde no lo ha escondido. Su prioridad es la Liga. Por eso ha observado con cierta preocupación estos dos últimos tropiezos. Se ha visto con el campeonato en la mano y no quiere fallar. Pero también estaba acorralado en agosto, en medio de una tormenta en Estados Unidos con el adiós de Neymar y una depresión en el socio por la Supercopa. Estará en el medio de los extremos y tratará de salir triunfador del segundo desafío que le presenta su primera temporada en un club que él mismo admite casi incontenible.