Regino: "Antes que afeitarme la barba me corto los coj..."
En una entrevista a EFE, el rider español analizó sus opciones y expectativas de cara a los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, donde busca hacer una buena actuación.
Campeón mundial júnior hace siete años en Valmalenco (Italia), el ceutí de la federación andaluza Regino Hernández es una de las bazas que presenta España en los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018, ya que no renunciará a nada en la prueba de boardercross de snowboard.
En una entrevista con la Agencia EFE que tuvo lugar en PyeongChang, Regino, de 25 años, subcampeón mundial por equipos junto a Lucas Eguibar en los Mundiales de Sierra Nevada, en 'su' casa, hace un año, explica cómo afronta las últimas horas antes de competir en Corea del Sur.
- ¿No está cansado de que todo el mundo lo considere el 'tapado' del equipo español?
- Bueno, la verdad que me lo han preguntado varias veces (ríe). Pero sin más: yo no me considero ni el 'tapado', ni el 'destapado'. Está claro que 'Luki' es el que más opciones tiene, por toda la trayectoria que lleva detrás. Pero, por suerte, a mí este año me está yendo 'súper-bien' y espero meterme en la final y coger alguna medalla.
- ¿Por qué todo el mundo habla del francés Pierre Vaultier como el gran favorito?
- Porque es impresionante. A día de hoy está claro que es el que está bastante por delante del resto. Se puede ver en las finales, en las que más de alguna las gana con mucha diferencia. O llega emparejado al último salto y, con la manera que tiene de absorber, a la que cae la saca dos o tres metros al segundo. Está en un momento impresionante. Lo gana casi todo. Y cuando no gana, acaba segundo o tercero.
- Y después de él, ¿están ustedes, en el siguiente grupo?
- Yo creo que sí. Está Vaultier. Y luego están (el australiano Alex) Pullin, (el italiano) Omar (Visintin), (el austriaco Alessandro) Hämmerle... y en ese grupo creo que nos podemos meter Lucas y yo. Esta temporada nos hemos enfrentado a ellos siempre; y ha habido carreras en las que les hemos superado. Incluso a Vaultier, en alguna bajada.
- Casi siempre se enfrentan de cuatro en cuatro, en la Copa del Mundo; pero en Juegos será de seis en seis. ¿Qué prefiere?
- Prefiero casi de cuatro en cuatro. Porque sin pasas dos rondas ya estás entre los ocho primeros. De la otra forma estás entre los doce. Aunque realmente, mientras el circuito sea ancho y quepamos, no me importa ir de seis en seis. Y este circuito lo es.
- Son sus terceros Juegos. Compare éstos con los de Vancouver (Canadá) y los de Sochi (Rusia).
- A los de Vancouver fui sin querer. Era mi primer año en Copa del Mundo y de repente me dijeron que me había clasificado para los Juegos. Yo ni sabía cuáles eran los requisitos. Ya ves tú, con 17 años fui a verlo, a vivir la experiencia. Después a Sochi ya fui un poco más a lucharlo. Pero tanto en unos Juegos como en los otros tuve la mala suerte de caerme yo solo. En Vancouver iba segundo e primera ronda; y en Sochi, en cuartos, iba segundo y un mal apoyo me dejó fuera. Este año ya tengo esa experiencia y me tengo que tomar la carrera como una más, porque si le doy demasiada importancia a los Juegos, que la tienen, la cabeza te puede jugar una mala pasada.
- En Vancouver compitió contra el que es ahora su técnico, el italiano Simone Malusa. ¿Se acuerda de él como competidor? ¿Llegaron a tener relación?
- No. Y menos de aquella, que no hablaba con nadie. Era el más joven, con diferencia. Sí que ahora hay mucha gente más joven. Pero en Vancouver yo tenía 17; y el segundo más joven igual tenía 22. De Simone me acuerdo, claro, de verle competir. En Vancouver y en otras Copas del Mundo. Sé que fue un 'rider' top; y como técnico es muy bueno, también.
- Lo que sí que ha cambiado desde Vancouver hasta PyeongChang es su propio aspecto, ¿no?
- Sí (ríe). Eso ha cambiado bastante.
- Ahora, esa barba, no se la quita ni obligado.
- No.
- ¿Ni siquiera si gana una medalla? ¿No se afeitaría la barba si gana una medalla?
- No. Tampoco. Antes me corto los cojones, que la barba me está costando demasiado tenerla larga (ríe).