LeBron (24+8+10) le brinda su particular homenaje a Pierce
Los renovados Cavs ofrecieron una estupenda imagen en Boston. Los Celtics, irreconocibles, sólo disputaron el primer cuarto. Cleveland sonríe, el Este tiembla. Final NBA: Warriors vs Cavs, juego 3
En una noche especial donde las haya para la historia de los Celtics... apareció LeBron James (24+8+10 en apenas 28 minutos). No entiendan el titular de esta crónica como una afrenta a Paul Pierce, sino todo lo contrario. El de Akron le brindó el mejor homenaje posible a un rival que marcó la primera década de su carrera. Pese al varapalo por la (dura) derrota de sus Celtics, a buen seguro que Paul Pierce apreció que LeBron se tomara el partido tan en serio. Valga su +23 como ejemplo. Tras batirse sobre el parqué del Garden en tantas batallas, The Truth tuvo que presenciar sentado a pie de campo, rodeado por su familia y vistiendo una americana a cuadros con tonalidades verdes cómo King James enviaba un mensaje a toda la NBA minutos antes del ascenso a lo más alto del pabellón, su casa, del eterno '34'.
Es increíble lo que puede cambiar un equipo en apenas unos días. Con unos cuantos en su plantilla de por medio, eso sí. Los reforzados Cavaliers demostraron tener frescura, intensidad, ganas de jugar, defensa... Mala noticia para la Conferencia Este en general y excelente para Cleveland. Las sensaciones y, sobre todo, el rostro de LeBron James. Esa sonrisa durante el último cuarto (el cual presenció íntegro desde el banquillo porque no hizo falta recurrir a sus servicios) dice muchas sobre el pasado y futuro de la franquicia.
Es pronto para sacar conclusiones. Pero lo visto hoy ayuda a comprender la mutación de los de Ty Lue. De los cuatro recién llegados, George Hill fue el único en partir como titular. Los otros tres formaron parte de la rotación (algo condicionada por el golpe recibido por LeBron que hizo contener a muchos la respiración) desde el primer acto. Los nuevos ejercieron un impacto inmediato. Nada más llegar. No era complicado mejorar la pobre defensa realizada hasta ahora, pero en Boston vimos a un equipo agresivo, capaz de defender los uno contra uno, rotar y llegar a las ayudas. Por segunda vez en un mes lograron dejar a su rival por debajo de los 100. Hill va a ser importantísimo atrás y también en la ofensiva. En ataque los Cavs bordaron el baloncesto por momentos. Lo hicieron sencillo. Agresivos de inicio atacando el aro hasta que las irrupciones de tiradores como Clarkson y Hood ensanchó el campo. Se le vio cómodo y a gusto a LeBron con sus nuevos compañeros. Entre los cuatro aportaron 49 puntos. 52 el banquillo. No, los Cavs no están muertos.
Tampoco los Celtics a los que, eso sí, se les ve desfondados. Necesitan el parón del All Star para tomar aire, recuperar el aliento y volver a jugar como un equipo. En las últimas semanas les ha costado encontrar opciones que partan más allá del talento de Irving y los destellos de un Rozier que últimamente se ha convertido en sustento de los verdes. Cuando Cleveland dinamitó el partido tras el descanso, no hubo más respuestas que un carrusel de triples sinsentido. Tienen credibilidad. Y el mejor ejemplo para volver a la senda correcta. El de Paul Pierce.