¿Los Eagles le cierran las puertas del Este a los Cowboys?
El recién coronado campeón sufrió una transformación drástica hacia el título ¿podrán defender el fuerte en la división?
Hace apenas un año, los Dallas Cowboys parecían en posición para reinar en el Este de la Conferencia Nacional durante un buen periodo de la mano de sus dos novatos estelares, el quarterback Dak Prescott y el running back Ezekiel Elliott. Y entonces, aparecieron los Eagles.
Con su propio quarterback de segundo año y un coach “inexperto” en Doug Pederson, los Eagles cambiaron radicalmente su destino en cuestión de una temporada, al pasar del sótano de la división hasta alcanzar lo que Dallas no ha conseguido en más de 20 años... un título de Super Bowl.
Visiblemente afectados por la suspensión de seis partidos a Elliott por un caso de violencia doméstica, los Cowboys dieron un enorme paso atrás en 2017 con una temporada de 9-7 apenas un año después de un dominante despliegue de 13-3. Sin embargo, Dallas aún mantiene buena parte de ese núcleo de jugadores 2016.
La pregunta es quién está mejor posicionado para dominar a largo plazo un sector que, históricamente, ha sido uno de los más competitivos y dominantes de toda la NFL como lo demuestra el hecho de ser la primera división en la que sus cuatro representantes tienen al menos un Lombardi en sus vitrinas.
Tanto Eagles como Cowboys tienen amarrados a largo plazo a jugadores en posiciones clave, tienen la juventud de su lado y cuentan con la pieza más importante del rompecabezas en su lugar, quarterbacks jóvenes como Prescott y Carson Wentz.
En el caso de Wentz, mostró un enorme progreso en su segundo año, siendo candidato al MVP hasta que se lesionó la rodilla en la recta final de temporada, mientras que Prescott se movió en la dirección opuesta tras una temporada que le valió el premio al Novato del Año.
Ambos tienen mucho que demostrar la próxima temporada, pero en particular Prescott, quien despejará la duda sobre cuál de las dos temporadas fue un accidente. Y por el bien de los Cowboys, más vale que haya sido la segunda o podrían pasar un largo tiempo a la sombra de los Eagles.
En su camino al título, Philadelphia demostró ser un equipo redondo, con una ofensiva contundente y una defensa más que capaz. El núcleo del equipo campeón no va a ningún lado, pero en la agencia libre habrá decisiones que tomar respecto a LeGarrette Blount, Darren Sproles y el linebacker Nigel Bradham. Aunque los Eagles ya demostraron que son un juguete de piezas intercambiables.
Dallas tiene mucho más trabajo en el futuro inmediato y en el tope de la lista está recuperar el dominio que Elliott es capaz de imponer por tierra cobijado por una de las mejores líneas de la NFL. En segundo lugar, resolver la situación en torno a Dez Bryant, cuyos números van en picada y no parece generar química con Prescott. ¿Le abrirán la cartera con todos los riesgos que conlleva? La pelota está en la cancha de Jerry Jones.
Dallas tiene el potencial para presentar un ataque capaz de intercambiar golpes con los mejores, y una defensiva lo suficientemente buena para resguardar el fuerte, especialmente si retienen a DeMarcus Lawrence en la agencia libre. De conseguirlo, todo parece apuntar a una rivalidad de muchos años con Philadelphia en la disputa de la división.
La mayor diferencia parece estar en las laterales, en donde Pederson ya demostró que es capaz de ir al tablero contra Garry Kasparov, mientras que Jason Garrett sigue siendo cuestionado con cada decisión y además que tiene la misión de enmendar un vestidor roto, lo que complica sus aspiraciones inmediatas.
Pero cosas más raras se han visto… especialmente tratándose del Este de la NFC.