México fracasa más de lo que prospera en Serie del Caribe

El 2018 no fue el año de México en la Serie del Caribe. Los Tomateros de Culiacán no estuvieron a la altura de la circunstancia y dejaron ir la posibilidad de alzar su tercer trofeo en este noveno viaje al torneo de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe. El equipo de la Liga Mexicana del Pacífico terminó el certamen con marca de un partido ganado y tres perdidos.

Realmente no es nada raro tomando en cuenta que tampoco ha sido “el bueno” en otras 36 ocasiones. Bueno, cerremos el número en 24 que son las veces que el combinado no ha llegado al partido por el título. Es más, es válido decir que los equipos que representan al país norteamericano son, históricamente, los que peor desempeño tienen.

En los casi 70 años que tiene la Serie del Caribe, contando sus años de ausencia por distintas razones, México ha terminado con el peor récord en 20 ocasiones. Aunque es la primera vez que lo hace desde que se juega con cinco selecciones (2014), no hay otro país que tenga peor récord; le siguen Venezuela y Puerto Rico con 15.

Claro, el país es tercero en la lista de más títulos y sus 12 subcampeonatos lo mantienen exento de decir que el torneo es siempre un rotundo fracaso. Aunque realmente han sido más las veces que se ha quedado en el camino de llegar al último encuentro, con 28, que las que ha completado el viaje hasta el último día de participación: 21.

Más allá de las posibles culpas por los jugadores elegidos al róster o el trabajo del mánager, Benjamín Gil, es un hecho que los guindas no pudieron acercarse a lo hecho en 1985, 1997, 2004 y 2015 cuando fueron subcampeones; o a 1996 y 2002 cuando se declararon como los mejores del béisbol invernal en el Caribe.

Lo único que le podemos aplaudir a los de la capital sinaloense es que no son el equipo con más últimos lugares para México en la Serie del Caribe. El honor lo llevan los Naranjeros de Hermosillo quienes en 13 participaciones han terminado cinco veces en el fondo de la tabla. Además, los de Culiacán no eran los peores desde 1983; en todas sus actuaciones posteriores habían llegado a la final del torneo.