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SPURS 111 - JAZZ 120

La mejor noche NBA de Ricky Rubio: 34 puntos, 9 asistencias

Sin Donovan Mitchell sobre el parqué (enfermo), el español se puso al equipo sobre los hombros y tiró hasta conseguir un nuevo triunfo.

Actualizado a
SAN001. SAN ANTONIO (EE.UU.), 03/02/2018.- Ricky Rubio (i) de Utah Jazz conversa con su entrenador Quin Snyder durante un partido de baloncesto de la NBA contra San Antonio Spurs disputado hoy, sábado 3 de febrero de 2018, en San Antonio, Texas (EE.UU.). EFE/D. WILLIAM ABATE
Darren AbateEFE

Un aterrizaje de emergencia en Phoenix complicó más si cabe el back-to-back de unos Utah Jazz que volaban a San Antonio sin poder contar con su novato estrella Donovan Mitchell (enfermo). El avión tuvo que dar la vuelta por problemas técnicos, el equipo tuvo que cambiar de nave a las dos de la madrugada y no llegó a su hotel hasta las seis... Pero a Ricky Rubio le dio todo igual.

Con los playoffs entre ceja y ceja, el base español se encargó desde el minuto uno de que la sensible baja de Mitchell (40 puntos la noche anterior) no se notara. Agresivo, buscó su tiro constantemente y anotó como nunca lo había hecho (desde el triple, media distancia, a una pierna, en el aro...). Cuajó un primer cuarto sensacional, dándole la vuelta a un mejor inicio de los Spurs, y encendió la mecha de unos Jazz que se subieron al carro y no se bajaron hasta el final.

Al son de Ricky, los de Quin Snyder anotaron el 56% de sus intentos y el 52% de sus triples, manteniendo a los Spurs por debajo y apagando los fuegos que iniciaban Patty Mills (11 puntos, tres triples), LaMarcus Aldridge (31) y Manu Ginóbili (13+3).

"En realidad, estamos intentando jugar como ellos (los Spurs). Estamos intentando mover el balón, utilizar el extra pass y encontrar al tirador abierto", admitió Ricky (ESPN), que entre canasta y canasta repartió nueve asistencias decisivas: encontró a Gobert y a Favors en el pick&roll, a Joe Ingles en una esquina y al sorprendente Royce O'Neale (18 puntos, 4/4 en triples, cinco rebotes, cinco asistencias, tres robos...) en la otra.

Desde la línea de personal, Ricky cerró su gran noche y también el partido contra su amigo Pau (8+11). Al final, exhibición de liderazgo, de concentración (problemas aéreos, sueño, fatiga...) y 34 puntos (11/14 en los tiros y 3/4 en los triples) que ya son la mejor marca de su carrera NBA. 34 puntos que dieron el quinto triunfo consecutivo a su equipo. Quiere playoffs y los quiere ya.