Tumulto en los vestuarios de Cornellà, según el acta arbitral
Gil Manzano, árbitro del Espanyol-Barcelona, recogió que "nos encontramos un tumulto de jugadores y personal de ambos clubes sin observar ninguna agresión".
El derbi entre Espanyol y Barcelona tuvo unos minutos finales de máxima tensión. Gerard Piqué celebró el gol del empate blaugrana mandando callar a la afición periquita cuando en el marcador corría el minuto 81. Los ánimos se calentaron y el momento álgido llegó a través de una falta de Gerard Moreno al propio Piqué, que Gil Manzano sentenció con tarjeta amarilla.