Rakitic, el pegamento
El croata da equilibrio. Rakitic está ante su mejor temporada en el Barcelona. Es clave en la elaboración y vital para el desahogo de Busquets. Con Luis Enrique, la pasada temporada, Sergio pagó la factura física y mental de un equipo roto. Un conjunto que trabajaba exclusivamente para la MSN. La figura del croata estaba devaluada, y parte de la crítica empezaba en él. Ahora, con un centrocampista más, Rakitic se ha dedicado a hacer mejor a Busi, como Umtiti lo consigue con Piqué. Más equipo. Es un fijo y lo juega todo, difícilmente entrará en la quiniela del banquillo aún con la mejor versión de Paulinho, Coutinho o Dembélé. Es más, es la gran alternativa a la posición de mediocentro si Busquets no está, posición que ya trabaja en la selección croata. Valverde no perderá el equilibrio. Por cierto, Monchi pagó 1,5 millones de euros para traérselo a Sevilla desde el Schalke. ¿Cuánto vale ahora?
Plantilla descompensada. A medida que se acerca la fecha del enfrentamiento ante el Madrid los problemas crecen en el PSG. Algunos son mediáticos, los rumores de que Neymar no está a gusto en París o los líos con Cavani. Otros son de fuego real, deportivos. Parece increíble que en un club que gasta dinero por vicio, cerca de 400 millones entre el brasileño y Mbappé, no tenga un solo relevo de garantías para Motta, un mediocentro defensivo de 35 años. El ex de LaLiga acusa problemas físicos que en el mejor de los casos le impedirán estar al 100% en Champions. Lo que es aún más alucinante es el fichaje realizado este invierno para parchear la situación: Lass Diarra. Se trata de un buen jugador sí, pero no se trata del ideal, viene de los Emiratos Árabes y no parece desde luego en el mejor momento. Bueno para el Madrid, más aún en una eliminatoria que promete vértigo, fabricada para que la gane cualquiera de los seis delanteros: Cristiano, Neymar, Bale, Mbappé, Benzema o Cavani y que se puede perder en malas lecturas en las transiciones defensivas. Ahí, Casemiro y Motta o Diarra serán fundamentales.
El rey Alejandro. Mi reconocimiento a Alejandro Valverde, uno de los ciclistas más completos de siempre. A sus 37 años comienza la temporada como un tiro. El meritazo de haberse recuperado tras la gravísima caída en el primer día del Tour 2017. A esa edad, la fractura de rótula podría haber retirado a cualquiera. Tenía clarísimo que no lo iba a dejar así. Con la conseguida en Valencia suma 109 victorias. Somos un país de grandes vueltas, de tres semanas, valoramos especialmente a los que ganan Tour, Vuelta o Giro. Si fuéramos holandeses o belgas adoraríamos a Valverde, allí enloquecen con el clasicómano, el gran terreno del murciano. Ni mucho menos su única especialidad. Sería injusto pedirle el oro Mundial, pero también sería merecidísimo. El oro en Innsbruck sería un cierre perfecto para un tipo de chapeau.