La sombra de Keylor Navas se está haciendo demasiado alargada en Orriols. Desde la salida del tico, hace ahora ya cuatro temporadas, en el Levante no han conseguido encontrar un sustituto que esté a su altura y se haga dueño de la portería granota. Hasta la fecha han pasado ya 10 porteros bajo los palos y ninguno de ellos ha conseguido recoger el testigo del madridista.
La primera apuesta para suplir a Navas fueron Jesús Fernández (que precisamente entró de manera encubierta en el traspaso del tico al Madrid) y Diego Mariño. Además, ese año también estaba, del anterior, Javi Jiménez, que salió cedido al Alcorcón. La siguiente campaña, la 2015-16, que terminó con los huesos de los granotas en Segunda División, para el puesto se fichó a Rubén Martínez para completar el trío de guardametas.
Con Muñiz. Para el curso pasado se renovó por completo la portería en Segunda. Llegaron Remiro y Raúl Fernández. El canterano Koke hacía las veces de tercer portero compaginándolo con el filial. Pero Remiro se marchó en enero y llegó Oier, que apenas jugó. Y en este curso ya han pasado hasta cinco metas por la nómina azulgrana. Los tres que estaban del año pasado más el australiano Langerak y el recién llegado Iván Villar.