Desastre en los Cavaliers: otra derrota y lesión de Kevin Love
El ala-pívot se rompió la mano y podría estar dos meses de baja. Los Pistons, sin Griffin, le metieron 125 a la pésima defensa de los Cavs. Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 6
¿A perro flaco todo son pulgas? Eso parece. El desastre de los Cavaliers empieza a ser tan profundo, tan vasto y tan laberíntico que pronto harán falta mapas y brújula para no perderse por sus recovecos. Los que apuntan a los playoffs 2018 después de tres años sin perder una eliminatoria en el Este y a la próxima agencia libre con la decisión de LeBron James anclando a la franquicia en algún lugar entre el presente y el futuro. ¿O ya en el pasado?
A perro flaco todo son pulgas: los Cavs venían de ganar dos partidos (ante Pacers y, precisamente, Pistons) y habían reformado el quinteto para reintroducir al fantasma del jugador antes conocido como Tristan Thompson. Durante la mañana de ayer, LeBron dijo que la clave para lo que quedaba y lo que venía por delante era “la salud”. Y horas después, Kevin Love se rompió la mano izquierda después de menos de cinco minutos en pista en los que no tiró a canasta ni cogió un rebote. En principio es una fractura sin desplazamiento del quinto metacarpiano. A la espera de más pruebas es un período de baja de entre un mes y medio y dos meses.
Así que Love, que obviamente se perderá el All Star por lesión por segundo año consecutivo (en Nueva Orleans le sustituyó Carmelo Anthony), podría estar fuera de las pistas hasta casi las puertas de los playoffs. A nivel deportivo es un problema serio, con el equipo solo dos partidos por delante del séptimo puesto del Este. Minimiza la ya de por sí cuestionada rotación interior y lanza como segunda opción a ese Isaiah Thomas tan poco efectivo y tan problemático (por ahora y cada vez que se dispara un rumor desde Ohio) fuera de la pista. Además y a nueve días del cierre del mercado (8 de febrero), queda claro que Kevin Love no será traspasado y que las opciones de los Cavs se reducen… o cambian. ¿Buscarán ahora un jugador que minimice la baja del ala-pívot? ¿Traspasarán a Frye y dejarán a Zizic como único acompañante de Thompson en el cinco? En fin, y como dijo tras el partido Tyronn Lue, “cuando se pone a llover, diluvia”.
Y el diluvio empieza a ser bíblico para los Cavs, que perdieron (125-114) ante los mismos Pistons a los que acababan de ganar y que jugaban bajo mínimos: Bradley y Harris se fueron a L.A. a cambio de Blake Griffin, que todavía no debutó. Como tampoco está Reggie Jackson, no parecían estos Pistons en escala entre vuelos un gran peligro. Pero cualquiera lo es para estos Cavs sin defensa, que cumplieron el patrón de casi todas sus (muchísimas) derrotas: 68 puntos recibidos en la pintura (44 en la primera parte) y 26-6 en anotación en transición. Y con poco ataque: 21 puntos (+6+7 de LeBron... pero con 20 tiros), 2/10 del fantasma del jugador antes conocido como JR Smith, 19 puntos de Isaiah… con un 3/10 en tiros (12/13 desde la línea de personal), 5 asistencias por 6 pérdidas y un -25 en pista, el peor dato de todo el equipo. Al menos desde el banquillo anotaron Frye (20) y un Wade (18) que ya suma más puntos en su carrera que Larry Bird. Ahora Wade ocupa el puesto 32º del ranking y Bird el 33º. Como su legendario número.
Ningún titular de los Pistons anotó menos de 19 puntos. El partido fue una perfecta prueba de tiro para los que tendrán que dar pasos adelante sin Bradley ni Harris: 22 de Bullock, 26 de Johnson… Ish Smith sumó 19 y 7 asistencias y Drummond 21, 22 rebotes y 7 asistencias, feliz por la llegada de Griffin: “Yo hago muchas más cosas que DeAndre en ataque, así que esto será mucho más que coger alley-oops”. Después de ocho derrotas seguidas, los Pistons están a dos partidos del octavo puesto de un Este en el que todo el mundo mira a Cleveland, donde enero será un mes perdedor (5-8 ahora) y donde ya se apilan 20 derrotas (29-20) en proyección de la que sería la primera temporada (completa: sin lockout) de LeBron sin llegar a 50 triunfos desde la 2007-08 (45-37). Y la segunda de toda su carrera. Así que, sí Tyronn: cuando se pone a llover… diluvia.