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XFL

¿Puede el presidente Donald Trump invertir en la XFL?

No hay ninguna ley que prohíba al presidente activo de los Estados Unidos a estar involucrado en algún negocio. Los rumores sobre su implicación en la nueva XFL continúa.

Estados UnidosActualizado a
¿Puede el presidente Donald Trump invertir en la XFL?
NICHOLAS KAMMAFP

La XFL está de regreso. El fallido proyecto lanzado en 1999 por Vince McMahon, presidente de la WWE, en asociación con la NBC, naufragó después de una sola temporada. Nacida como oposición a la NFL, pregonaba por un juego más agresivo, un extraño híbrido entre fútbol americano y lucha libre, y obviaba parafernalia mediática, protocolos y puntos extra después de las anotaciones. Fútbol americano abreviado y con esteroides. El experimento sólo duró un año. Ahora, el propio McMahon optó por revivir la liga de la cenizas. "Reimaginar el juego", vociferó. La competencia, no obstante, pareciera estar maquinada por el mismo Donald Trump; confeccionada a imagen y semejanza de sus gustos: ningún jugador con antecedentes penales será reclutado por los equipos y los gestos políticos estarán prohibidos.

El 'timing' de la resurrección de la liga es, por demás, curioso. La terminal temporada de la NFL estuvo marcada por la ofensiva del presidente de los Estados Unidos contra las demostraciones políticas que consideraba 'anti-patrióticas'. Trump siempre clamó que el gesto de los jugadores hincados durante la reproducción del himno nacional de Estados Unidos era una afrenta contra el país. Bordeaba la traición. Al tiempo, atacó al establishment de la NFL, menospreció el liderazgo del comisionado, Roger Goodell; recomendó que los equipos despidieran a los rebeldes y abrió heridas al acentuar la baja de los niveles de rating: 17% en los últimos dos años. Además, en la década de los 80, Trump fue el principal patrocinador de la United States Football League, otra liga alternativa que también sucumbió ante los contratos televisivos y la desorganización. Trump fue dueño de los New Jersey Generals, equipo fundador de aquella competencia. 

McMahon ya se desmarcó de la influencia de Trump. El presidente no fue consultado sobre la prohibición de manifestaciones políticas durante los partidos de la XFL, según el también presidente de la WWE. “Demócrata, republicano, independiente. No me importa. Y nadie debería" (...) Vamos al campo no para demostrar si estoy a favor o en cuentra de algo. Estamos aquí para jugar", sentenció McMahon durante la presentación del nuevo proyecto. Y si así fuera, ¿podría el presidente en funciones de los Estados Unidos estar involucrado en una actividad privada?

Según el 1978 Ethics in Government Act, todo trabajador federal de alto está obligado a transparentar sus finanzas y recusarse de cualquier negocio que involucre dinero público, o en el que algún pariente tenga participación. Pero no hay impedimento para que invierta sus recursos privados, su salario fijo, en entes privados, si así lo desea. Lo que no puede es utilizar su posición para facilitar contratos públicos. Sin embargo, todos los presidentes en la historia de la Unión Americana se han despegado de sus respectivos negocios para evitar el conflicto de interés (una maniobra llamada 'Blind Trust'). No hay ley que prohíba a Trump potenciar con sus recursos privados a la naciente liga. El problema que encara el presidente, según diversas ONG's, entre ellas Common Cause, es que Trump no siguió cabalmente las reglas del 'Blind Trust' al delegar la dirección de las empresas a sus hijos. 

¿La XFL es, como lo fue la USFL en los 80, la liga de Trump? La discusión continúa.