Alonso fue 16º y Juncadella, segundo en los últimos libres
El asturiano intentó mejorar el ritmo y la puesta a punto de su Ligier y el mejor registro fue para Nasr con el Cadillac 31.
Nubes, frío y humedad en Daytona Beach, nada parecido a lo que se podía esperar. Y es que aquí nada es lo que se espera. ¿Paddock? ¿Hospitality? No, no, aquí no hay de eso, me advierten nada más llegar al impresionante Daytona Speedway, el centro mundial de los deportes de motor. Otro más. Como Indianápolis, por ejemplo. Es un concepto diferente el del motor en Estados Unidos y en este circuito solo falta que aparezca Rayo McQueen en cualquier momento. Lo que cambia para bien, con respecto a la F1, es el sonido, suena a truenos Daytona.
Y entre el ruido aparecen las preguntas sobre un campeón del mundo. ¿Has venido a ver a Alonso?, me pregunta la chica que conduce el transporte entre el aparcamiento y la sala de prensa. Sí. Claro. Y al resto, también, pero… Y si del astur hablamos hay que contar que después de una esperanzadora sesión nocturna (su coche terminó quinto), en los últimos libres previos a la carrera, Fernando Alonso terminó decimosexto con su Ligier del United Autosports. El asturiano se centró en el ritmo de carrera y en intentar mejorar la puesta a punto de su Ligier. “Nos faltan vueltas y tiempo en pista. Los test fueron bastante cortos, considerando todo lo que queríamos probar. Era nuestra primera vez aquí tanto para el equipo como para nosotros”, decía tras los entrenamientos el español.
Mientras, otro de los nuestros, Dani Juncadella ocupó una magnífica segunda posición y se situó como el primer LMP2. En cuanto al más rápido, el coche que llevó Felipe Nasr, el brasileño que pilotó para Sauber, voló con el Cadillac número 31 de Whelen Engineering.