La horizontalidad de Marcos Llorente y Kovacic
El Madrid sufre problemas creativos con ambos centrocampistas. Se colocan a una altura parecida y no arriesgan en el desplazamiento.
Desaparecidos. La segunda unidad, retocada por algunos titulares, vuelve a escena en la Copa, la competición que Zidane les ha brindado hasta el momento. El gol de Asensio en Butarque maquilló un partido de un Madrid que reincidió en sus problemas creativos. Aposentado en un 4-3-3, no funcionó el trío de la medular (Ceballos, Marcos Llorente y Kovacic), carente de peso en la salida y en los desplazamientos. La posición media de Kovacic y Llorente durante el encuentro parecía destinada a que ambos asumieran la construcción de la jugada, pero fueron Varane y Nacho (29 pases más) los que tomaron esa responsabilidad. La dinámica se sucede con regularidad. Ni el croata ni el español se hacen con los mandos del centro del campo al estar demasiado juntos y por la horizontalidad de sus pases. Les toca hoy ser más protagonistas.
Postura errática. El Madrid acusó en Leganés esta circunstancia, acentuada por la pobre actuación de Ceballos. El andaluz, Kovacic y Marcos Llorente se situaban casi en la misma línea cuando su equipo invadía el terreno de juego rival, tal y como muestra la primera imagen inferior. El equipo de Garitano se encajó bajo una posición de repliegue en un 4-5-1 y el eje madridista no entendió cómo saltar su fila de centrocampistas. Sólo cinco entregas de Kovacic y dos de Llorente acabaron en los últimos 30 metros del campo del Leganés. Se abstuvieron en la creación y al Madrid le desatendió el criterio. La consecuencia inmediata se advirtió en el aumento del número de pérdidas de los de Zidane (144 en total, 20 más que su media). Kovacic no ayudó con sus clásicas conducciones.
Ceballos, Llorente y Kovacic, situados a la misma altura en el partido de ida.
Sin huella cerca del área rival. Kovacic y Marcos Llorente no frecuentaron, a su vez, zonas adelantadas pese a la defensa anclada del Leganés en diversas fases del choque. El Madrid buscaba superioridades y desahogo en las bandas (Theo y Asensio en la izquierda y Carvajal y Lucas en la derecha), pero una vez encontrada la puerta no había receptores por dentro. Kovacic, jugador de llegada, sólo apareció en la jugada que recuperó ante Rubén Pérez para después errar una ocasión clara. Marcos Llorente actuó como cierre, pero nunca se animó a progresar como lo hace Casemiro. Menos todavía fue Ceballos. La indefinición de sus medios contrarió al Madrid y bendijo la propuesta del Leganés. Sólo la irrupción de Isco, necesario esta noche para Zidane, dio otro aire y conectó la medular con los tres de arriba (Lucas, Mayoral y Asensio).
Carvajal y Lucas se asocian, pero ninguno de los interiores aparece por dentro para ofrecer una salida.
Ayuda de Isco. Mereció mejor resultado el Leganés en la ida y pretenderá girar la eliminatoria esta noche con un paso adelante que pondrá a prueba a Kovacic y Marcos Llorente. Desde el equilibrio el equipo de Garitano alentará la presión con un 4-4-2 (Beauvue y Eraso como primer obstáculo), como hizo por momentos en Butarque, y los pivotes blancos no podrán vacilar en la salida. Tampoco esconderse. Apunta a que Llorente se abrirá a su derecha y Kovacic a su izquierda en el inicio de la jugada para dejar a Isco como enlace. El partido contra el Numancia del Bernabéu representó un panorama similar con Asensio bajando a recibir (Ceballos se acostó a la izquierda). El previsible empuje del Leganés obligará a Llorente y Kovacic a jugar con celeridad, cualidad por la que no destaca ninguno.Ceballos, Llorente y Kovacic, situados a la misma altura en el partido de ida. No hubo escalones intermedios.
