30.000 puntos históricos del rey LeBron en unos Cavs a la deriva
James se convirtió en el jugador más joven en llegar a los 30.000 puntos, algo que solo siete leyendas han conseguido en la historia de la NBA.
El selecto club de los 30.000 puntos tiene un nuevo miembro y hay que celebrarlo. Lo que quiero decir es que se trata de un acontecimiento realmente histórico que deberíamos intentar separar del auténtico desastre que son ahora mismo los Cleveland Cavaliers. Porque lo son...
Vamos primero con LeBron. A 1,1 segundos del final del primer cuarto, se levantó desde seis metros para poner su octavo punto de la noche en el marcador. Aquello le daba exactamente 30.001 puntos en su carrera y le convertía automáticamente en el séptimo jugador de la historia que logra superar la barrera de los 30k. LeBron ha sido además el más joven en llegar y, por si el club de siete fuera poco exclusivo (Jabbar, Malone, Kobe, Jordan, Chamberlain y Nowitzki), se ha montado el suyo propio: único jugador en la historia de la NBA con al menos 30.000 puntos, 7.000 rebotes y 7.000 asistencias. Hablamos de una verdadera gesta. Un día histórico escondido en el triste rodillo de tropiezos y amargura que atraviesan sus Cavs.
El partido fue el ejemplo perfecto de lo que son los San Antonio Spurs (ganaron sin Gasol, Ginóbili, Gay y, por supuesto, Kawhi) y también la enésima prueba de que los Cavs ni se acercan ahora mismo a lo que significa ser un equipo candidato a todo en la NBA. Los texanos, conscientes de las debilidades de su rival y también de sus propios defectos (qué importante esto último), defendieron el perímetro y colapsaron la zona tras cada intento de penetración rival para cerrar el rebote defensivo. Y con eso y su tan habitual como maravillosa paciencia en ataque les bastó para superar sin problemas a unos Cavaliers que sufrieron horrores para defender el pick&roll (Tony Parker, 14+6, y LaMarcus Aldridge, 30+8, les hicieron un auténtico roto), para cerrar su propio rebote (Dejounte Murray, 19+10+3+7, está en todas partes y esta es una de sus grandes virtudes) y, básicamente, para seguir cualquier jugada en la que los locales movieran el balón.
Los problemas defensivos son reales (también los ofensivos a ratos), pero el problema más grave a día de hoy es la motivación del equipo. Se arrastran, no se ayudan, no juegan al mismo ritmo... Isaiah corriendo solo en transición, ni esperan ni van a por los rebotes ofensivos, ni ayudan en defensa a sus compañeros ni son capaces de poner su cuerpo por el equipo entre el rival y su propio aro. El problema va mucho más allá de conceptos, sistemas, edad o talento. El problema es mental (no están; no se entienden) y no sé si tiene arreglo.
Van seis derrotas en siete partidos para la peor defensa de la NBA en el mes de enero y la segunda peor de la temporada (están a 0,1 de los Kings...). También 10 derrotas en los últimos 13 partidos y la sensación de que en las próximas semanas habrá cambios importantes en una plantilla que en estos momentos simplemente no encaja. Kevin Love, Tristan Thompson, Iman Shumpert, JR Smith, Isaiah Thomas... Todos en el disparadero. Todos con una diana en la espalda.