Jesús Navas recupera el brillo ante su víctima favorita
La lesión muscular de Corchia le abrió la puerta de la titularidad en el lateral diestro y convenció con creces a Montella
Jesús Navas cuajó en la noche del martes su partido más completo desde que regresara este verano a Nervión. Y lo hizo a contraestilo, puesto que tuvo que abandonar su clásico extremo derecho y retrasar su posición hasta el lateral. Corchia sufría una lesión muscular y a Montella sólo le quedaba esa solución o mover a Mercado del centro de la defensa y dar entrada a Kjaer. El italiano optó por tocar lo mínimo aunque tuvo concentrado todo el día al lateral diestro del filial David Carmona.
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Finalmente el elegido fue un Navas al que el Atlético buscó las cosquillas de todas las maneras posibles. Sobre todo, con balones bombeados para que Saúl impusiera su fortaleza física sobre el campeón del mundo sevillista. Pero si algo tiene Navas es amor propio a raudales para aburrir al que se le ponga por delante. Lo hizo con Saúl, lo hizo con Correa y lo hizo con Carrasco. Y, por si fuera poco, se incorporó al ataque y se entendió a las mil maravillas con Sarabia, el mejor del partido.
El Atlético de Madrid se ha convertido en una de las víctimas favoritas de Navas. Y sobre todo en la Copa del Rey. En 2010 marcó el gol que traía el título para Sevilla en la final que ambos conjuntos jugaron en el Camp Nou. Y en la semifinal de 2013, que cayó del lado al Atlético, marcó su último gol como sevillista antes de emprender su aventura en el Manchester City. En la noche del martes, el Atlético volvió a padecer el resurgir de Jesús Navas, esta vez desde el lateral derecho.