Pánico en los Sixers con Fultz: el número 1 "ha perdido su tiro"
"Soy viejo y nunca ha visto nada así", aseguró su técnico, Brett Brown, que no da plazos para el regreso del número 1 del último draft.
La generación rookie de 2017 está teniendo un impacto pocas veces visto en el cortísimo plazo: por talento de los mejores y por volumen de jugadores aportando en sus equipos. No parece descabellado sumarse a la opinión de Rick Carlisle, el técnico de los Mavs que acaba de comparar a esta clase de 2017 con la de 1984, para muchos el mejor draft de la historia (Jordan, Olajuwon, Barkley, Stockton…).
De (y sin contar a Simmons, que es rookie pero fue elegido en 2016) Lonzo, Tatum, Markkanen y Dennis Smith (dentro del top 10) a los Donovan Mitchell, Bam Adebayo, John Collins, OG Onunoby, Kule Kuzma… Mucho, muy Bueno y muy rápido. El futuro se presenta brillante pero… ¿dónde está el número 1? Markelle Fultz casi ha caído en el olvido. El jugador que era número 1 casi por consenso pese al hype que rodeaba a Ball y Tatum, el base por el que los Sixers, para rematar su proceso, subieron dos puestos en el draft dando a los Celtics el número 3 (Tatum) de este año y otra primera ronda (el pick de los Lakers en 2018 si está entre los números 2 y 5).
Un jugador del que se decía antes del draft que tenía cosas de James Harden y Russell Westbrook pero que solo ha jugado cuatro partidos y 76 minutos en la NBA. Y que no pisa una pista desde el 27 de octubre. Que solo ha anotado 24 puntos y nueve canastas con un 33% en tiros (9/27), sin ningún triple intentado y con la mitad de tiros libres fallados (6/12). Que dio 7 asistencias y perdió 6 balones. Y que está protagonizando un peliagudo poltergeist: tuvo que parar por una lesión de hombro que estaba afectando a su mecánica de tiro de forma dramática. Tras un feo intercambio de acusaciones entre su agente y los Sixers sobre si había cambiado su tiro durante el verano o había sido por culpa de la lesión (a pesar de la que jugó esos cuatro partidos), entró en fase de recuperación y ya se perdido, hasta ahora, 36 partidos. El 9 de diciembre la franquicia emitió un comunicado en el que se aseguraba que Fultz ya no tenía dolor en el hombro pero tuvo que pasar casi otro mes para que (el 7 de enero) el jugador empezara a jugar partidillos cinco contra cinco en los entrenamientos. Todavía no ha vuelto a jugar en partido oficial.
Y todavía no ha vuelto su tiro por mucho que los problemas de hombro deberían estar ya superados. ¿Qué está pasando realmente? Su entrenador, Brett Brown, no oculta que algo raro. Raro y preocupante: “No volverá si no recupera su mecánica de tiro y no podemos saber los plazos para eso. Nadie sabe cuánto le costará. Pero pensamos que sigue teniendo que ver con los problemas de hombro”. Fultz ha pasado de lanzar por encima de la cabeza a bajar mucho los brazos para ejecutar su tiro, una mecánica extraña y poco efectiva que no tiene nada que ver con la que usaba en la Universidad de Washington y que le tendrá apartado de las pistas mientras no se vea un cambio radical en los entrenamientos.
Sigue Brown: “Soy viejo (tiene 56 años) y nunca había visto nada así. Nunca he visto pasarle algo parecido a ningún jugador. Él es un jugador que tira después de botar y driblar, no es un Kyle Korver. Él es un base que maneja la bola, hace lo que quiere… ¿y ahora cómo puede recuperar eso? Nosotros como franquicia intentaremos que recuerdo por qué fue el número 1 del pasado draft”.