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NFL

Marcus Williams y otros jugadores que fallaron a la hora cero

Tras la jugada que le costó el pase a la final de conferencia a New Oreleans, Marcus Williams se une a una larga lista de villanos de postemporada.

Estados UnidosActualizado a
MINNEAPOLIS, MN - JANUARY 14: Marcus Williams #43 of the New Orleans Saints runs with the ball after a interception against the Minnesota Vikings during the second half of the NFC Divisional Playoff game at U.S. Bank Stadium on January 14, 2018 in Minneapolis, Minnesota.   Jamie Squire/Getty Images/AFP
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JAMIE SQUIREAFP

Lo único que Marcus Williams el safety novato de los New Orleans Saints, tenía que hacer era ver lo que estaba intentando taclear. No lo hizo y Stefon Diggs se escapó 61 yardas hasta la zona prometida, inscribiendo los dos nombres de inmediato en una larga lista de héroes y villanos en la historia deportiva.

Tal vez no sea ningún consuelo para Williams, quien con 21 años de edad tiene una larga carrera para enmendar su error, pero no está solo. Por cada hazaña de postemporada, siempre hay un responsable del otro lado. Algunos sobrevivieron a sus fallas, para otros marcó el final de sus carreras.

Minnesota, que hoy celebra la plegaria de Diggs y Case Keenum, sabe bien por lo que está pasando Marcus Williams. Los Vikings acabaron la temporada de 1998 con marca de 15-1 y parecían enfilados al Super Bowl hasta que Gary Anderson falló un intento de gol de campo de 38 yardas a 2:07 del final que habría sentenciado el encuentro. Los Falcons lograron empatar el partido y, en tiempo extra, sellar su boleto al Super Bowl.

La historia se repitió en la postemporada de 2015, cuando Blair Walsh falló un intento de 27 yardas a 26 segundos del final en la derrota de 10-9 de los Vikings ante los Seahawks en la ronda de comodines. Walsh no ha vuelto a ser el mismo.

“Queremos el balón y vamos a ganar”, declaró enfáticamente Matt Hasselbeck cuando ganó el volado en el tiempo extra del juego de comodines de 2003 ante los Green Bay Packers. Cinco minutos después Al Harris lo interceptó y lo devolvió 52 yardas a las diagonales. Hasselbeck llegó a ganar cinco partidos de playoffs en su carrera, e incluso dos años más tarde jugó el Super Bowl ante Pittsburgh.

Hasselbeck, de hecho, fue el quarterback ganador del duelo de comodines de la temporada 2006, cuando Tony Romo lo único que tenía que hacer era sostener el balón para que Martín Gramática intentara un gol de campo de 20 yardas a 1:19 del final y abajo en el marcador 21-20. No pudo y escribió el primer capítulo de una historia marcada por los titubeos a la hora cero.

Un año después en la Final de la NFC de 2007, el ídolo de la infancia de Romo, Brett Favre, lanzó una intercepción en su último pase como miembro de los Green Bay Packers en el tiempo extra, en casa, ante los Giants, que sentenció el partido y le dio a New York el improbable pase al Super Bowl con un triunfo 23-20.

Con solo echar un vistazo a los nombres, Williams debe entender que la vida no termina por un error en postemporada, pues muchos de los grandes villanos han tenido prolíficas carreras incluso después de su pifia. El camino puede ser oscuro en este momento, pero es un largo túnel con una luz al final.

En otros deportes como el béisbol, los fracasos no tuvieron un final feliz, como lo demuestran los casos de Bill Buckner y Mitch Williams, cuyos errores en Serie Mundial prácticamente pusieron fin a sus carreras.

Pero ningún caso más trágico que el de Donnie Moore, el relevista de los Angels que permitió el jonrón de Dave Henderson, de los Red Sox en el quinto juego de la Serie de Campeonato de 1986. Moore lidió con las lesiones durante los próximos tres años antes de terminar con su carrera… y su vida en 1989 al suicidarse de un disparo.