Lydia Valentín recibe emocionada su plata casi diez años después
La halterófila berciana recibió la medalla que logró en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Lydia, feliz, quiso agradecer "a todos los que lo han hecho posible".
Relucía en el cuello de Lydia Valentín su medalla de plata de los Juegos Olímpicos de 2008, aunque menos que su sonrisa. La berciana no podía ocultar su felicidad, no se subió al podio en Pekín y aunque fue con diez años de retraso, al fin tenía su medalla. "Gracias", reconocía con la voz entrecortada Lydia tras colgarse su esperado reconocimiento. "No me he preparado nada, quería que todo fluyese y sentir cada momento", añadió.
Marisol Casado, que llevaba la misma vestimenta que se utiliza en los Juegos en las podios, fue la encargada de colgarle la medalla a Lydia. Ella no quiso pensar en nada negativo, "sólo quiero recordar a la gente que me ha ayudado y agradecérselo", concluyó. Si lo hizo el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo. "Este es un acto de resarcimiento", comenzó su discurso. "Todo el mundo sabía que era injusto, pero hasta hoy no se hizo justicia. Los buenos siempre ganáis", apostilló.