El Barcelona no puede quejarse del sorteo copero. El Espanyol es un rival más asequible de lo que podría haber sido el Real Madrid o el Atlético, dos rivales que aportarían mucha taquicardia en el entorno culé. Ante el rival ciudadano habrá la tensión propia de una rivalidad histórica, pero la diferencia de potencial entre ambos equipos permite al Barcelona afrontar el duelo como claro favorito.
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Además, juega en casa el partido de vuelta y se ahorra la logística del viaje en medio de un enero cargado de partidos. Más horas de descanso para todos, algo que los técnicos valoran mucho a esta altura de temporada.
Esta eliminatoria permitirá a Valverde seguir con su plan copero e ir racionando minutos entre la plantilla, hasta el punto que no es descabellado pensar que Yerry Mina debute en un derbi. Parece que Coutinho todavía no estará a punto para esta eliminatoria y no podrá enfrentarse en Copa al equipo con el que debutó en la Liga española. Ya tendrá tiempo de hacerlo en partido de Liga el cuatro de febrero. Por tanto, en tres semanas, tres partidos con el Espanyol, una circunstancia que no por no haberse repetido antes no deja de incomodar a los protagonistas y que, esperemos que no, puede dar origen a polémicas y piques que se arrastran de encuentro en encuentro.