Lleva razón Simeone cuando dice que Diego Costa es el futbolista más importante que ha llegado al Atlético en los últimos años. El Cholo dejó bien a las claras con esta frase lo que ha supuesto para él la incorporación del delantero. Bien se puede decir que hay dos Atléticos bien diferentes, uno sin Costa y otro con él. Y no sólo hablo de lo sucede en el terreno de juego sino también la importancia del futbolista de cara a la grada. La hinchada rojiblanca siente a Costa como uno de los suyos, aunque sus inicios en el equipo no fueron sencillos, y así lo manifiesta en cada encuentro. Los seguidores rojiblancos se sienten capaces de todo con Costa en el equipo. Es la guinda que le faltaba a un conjunto un tanto apático de cara a la portería contraria.
Costa, Griezmann, Torres, Correa, Gameiro, Carrasco, Vitolo... No podrá tener quejas Simeone de la plantilla que tiene a su disposición. Para muchos el Atlético puede tener la mejor plantilla de su historia. En Eibar pueden jugar Griezmann y Gameiro y en Copa, la próxima semana, por ejemplo, Torres y Costa. No sé si muchos equipos pueden tener ese potencial ofensivo. Creo que no. Es para aspirar a todo, para luchar por todos los torneos, aunque luego puedes ganar o perder. Pero el Atlético ahora sí está obligado a mucho más. Costa ha dado el salto definitivo que necesitaba este equipo. Poco a poco el Atlético ha ido confeccionando una plantilla que pueda plantar cara a los grandes del fútbol europeo. Un sólo jugador ha desatado el optimismo entre la parroquia rojiblanca.