Acorralado, el Celta pega mejor

El pasado domingo, el Real Madrid remontó al Celta en dos minutos. Un jarro de agua fría que parecía una losa insuperable. Fue ahí cuando salió a flote la Afouteza. Los vigueses se levantaron con más fuerza aún y los blancos acabaron dando gracias por sumar un punto. Hace unas semanas lo padeció el propio Barcelona en sus carnes. Tras darle la vuelta al gol de Aspas, los culés presenciaron un huracán imparable, algo que muy pocas veces se ve en el Camp Nou. Ni la mejor versión de Messi fue capaz de darle la victoria a un equipo que llevaba nueve triunfos consecutivos en su casa. Y hace unos meses el Manchester se vio contra las cuerdas tras tener la eliminatoria sentenciada en el minuto 85. Aún con dos goles de ventaja, Old Trafford no respiraba tranquilo y el tiempo les dio la razón. Gol a cinco minutos del final y la ocasión del siglo en la última jugada. Ay, ese tiro marrado por Guidetti... Mourinho ganó, pero se rindió al coraje celeste.

Son sólo tres ejemplos del carácter batallador de este Celta. Nunca se rinde. Sacar la bandera blanca está prohibido. Es cierto que nunca ganó en esos tres partidos, pero tampoco perdió. Y eso le puede bastar esta noche. Únicamente el empate a cero le condena, algo que sólo un loco se atrevería a apostar. Hay batalla.