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Los pronósticos para la ronda divisional de la NFL

El fin de semana se enfrentan cuatro quarterbacks con experiencia de Super Bowl contra cuatro pasadores inexpertos en postemporada.

Ciudad de México
Los pronósticos para la ronda divisional de la NFL
Sean GardnerAFP

La mejor lección de cómo jugar los playoffs podría venir de alguien que acumuló exactamente un triunfo de postemporada en sus 10 brillantes años antes de retirarse súbitamente como uno de los mejores running backs de la historia.

Con la manera en que Barry Sanders “celebraba” sus touchdowns, es la misma forma en que se debe jugar la postemporada: “Actúa como si ya hubieras estado aquí antes”. Por supuesto, que eso es más fácil decirlo que hacerlo, particularmente este año en donde hay cuatro quarterbacks que en total acumulan dos juegos de playoffs, ambos la semana pasada.

Y es particularmente complicado una vez que se toma en consideración que estos cuatro jóvenes van en contra de cuatro pasadores que acumulan 12 apariciones en el Super Bowl. De primera instancia, los duelos no lucen parejos.

Entiendo que el cambio de guardia eventualmente tiene que darse, en especial con un Tom Brady de 40 años, un Drew Brees a punto de llegar a los 39 y un Ben Roethlisberger de casi 36 y con más golpes encima que un boxeador, y no de los buenos. Pero es difícil ver a Marcus Mariota, Nick Foles o Blake Bortles y pensar: “Aquí está la próxima generación de estrellas”. Yo no lo veo ¿ustedes sí?

Lo que si veo es que los Jaguars no necesitan, al menos en este momento, depender de Bortles, así como los Vikes no dependen en su totalidad de Case Keenum. Los Titans con Mariota y los Eagles con Foles no tienen muchas más opciones que creer.

Y si van a creer en algo, mejor crean en estos, los Picks de la ronda de comodines. La temporada se acaba, pero nunca la fe.

Falcons en Philadelphia: Los Eagles son el primer sembrado número uno en la historia que parte abajo en las apuestas de Las Vegas en la historia. O como lo bien lo dijo el tackle Lane Johnson, “nos han tratado como si fuéramos los Browns desde que se lesionó (Carson) Wentz”.

Y tiene razón, en este momento es más sencillo creer en un político que creer en los Eagles, que no han hecho mucho para demostrar que con Foles detrás del centro son los Browns con uniformes del Día de San Patricio.

Desde que se lesionó Wentz, Philadelphia ha dado exactamente un buen juego, el triunfo de 34-29, pero vino ante los Giants, así que tome ese resultado con una pizca de sal. La siguiente semana Oakland apretó el botón de autodestrucción y después los Cowboys los blanquearon 6-0 en un juego tan intrascendente como el último disco de Britney Spears. Y de alguna manera Johnson encontró valor para pedir respeto. Wow.

No es que los Falcons estén jugando como su versión 2016 ni mucho menos, pero han demostrado que tienen los elementos para competir con cualquier rival, como lo demuestran sus cuatro victorias en las últimas cinco semanas. No han sido triunfos bonitos o espectaculares, pero en enero no tienen que serlo, con que sean triunfos es más que suficiente.

Desde que comenzó diciembre, la defensiva de los Falcons ha limitado a 17 puntos o menos a Minnesota, New Orleans, Carolina y los Rams, esos son los sembrados dos, tres, cuatro y cinco de la NFC por si se les había olvidado.

Con un Matt Ryan que sabe lo que se necesita hacer, una ofensiva que aún no explota pero puede apretar el acelerador en cualquier momento y esa clase de actuaciones defensivas, Johnson y los Eagles deberían estar pidiendo refuerzos en lugar de respeto. Falcons por seis.

Titans en New England: Salvo los aficionados de los Chiefs, no creo que haya muchas personas que no hayan disfrutado de la remontada de los Titans del fin de semana pasado. Tuvo todos los ingredientes que uno quiere ver en un juego de postemporada, corazón, empuje, unión y un equipo que nunca bajó los brazos a pesar de ser superado claramente en talento. Y a Andy Reid del otro lado.

Fue una bonita historia, pero si Marcus Mariota y Tennessee quieren seguir viviendo su cuento de hadas van a necesitar de mucho más el sábado en Foxborough. Incluso un plan de juego perfecto podría no ser suficiente. Necesitarían antes que otra cosa, que los reportes de las rencillas en la cúpula de New England sean ciertos y que se noten dentro del terreno.

Necesitarían que la defensiva de los Patriots retome la forma que mostraron en sus primeros cuatro juegos, cuando regalaban puntos como si se tratara de caramelos en Halloween, y más importante aún, van a necesitar que el perro viejo aprenda nuevos trucos.

Durante el periodo en el que Dick LeBeau fue coordinador defensivo de los Steelers (2004-2014), era recurrente encontrarse con Tom Brady, y eso resultaba con frecuencia en una noche de pesadillas y colchones mojados para el legendario asistente. Decir que Brady le tiene tomada la medida a las defensivas de LeBeau no es suficiente.

Solamente en su primer enfrentamiento, en 2004, Brady tuvo un rating por debajo de los 90 puntos ante una defensiva de LeBeau. Acumula marca de 6-2 (incluyendo una victoria en playoffs), con 17 touchdowns, 3 intercepciones y New England anotó 229 puntos en esos ocho enfrentamientos, prácticamente 29 por partido.

Mantener ese paso es demasiado pedir para el joven Mariota y la 19na mejor ofensiva de la NFL. La fórmula para contener a Brady no es ningún secreto, hay que ponerle presión y los Titans fueron el quinto mejor equipo en capturas de la NFL con 43, pero eso puede ser a que fue el equipo que más intentos de pase permitió en la liga. Su perímetro no espanta a alguien como Brady.

Viéndolo desde otro punto de vista, New England tiene más posibilidades de caer a periodicazos que ante los Titans. Patriots por 12.

Jaguars en Pittsburgh: En octubre pasado, los Jaguars fueron a Pittsburgh y le robaron a Ben Roethlisberger hasta la ropa interior, en una de las peores actuaciones en la carrera del quarterback de Pittsburgh, quien no ocultó su deseo de volver a ver a Jacksonville este fin de semana.

El cornerback de los Jaguars A.J. Bouye lo dijo mejor: Ten cuidado con lo que deseas. A los tres equipos a los que Jacksonville ha visto por segunda ocasión en la temporada, tiene marca de 2-1 y ha permitido en promedio 239.3 yardas totales. Claro que estamos hablando de Jacoby Brissett, T.J. Yates y Marcus Mariota y no de un quarterback con dos anillos, 200 juegos y 51,000 yardas en su carrera como Roethlsiberger.

La ofensiva de los Steelers no es la misma desde aquel juego en el que apenas tuvieron 19 acarreos de balón, y cerraron la temporada con siete partidos seguidos con al menos 23 puntos a su favor. Jacksonville no va a ver al mismo Roethlisberger ni a los mismos Steelers, quienes, por cierto, tendrán a un Antonio Brown al 100 por ciento.

Perdido en el intercambio de declaraciones está el hecho de que sin importar que tan bien o mal pueda Roethlisberger descifrar a la segunda mejor defensiva total y la mejor contra el pase de toda la liga, Jacksonville tiene que poner puntos en la pizarra, una tarea tanto o más complicada que la que enfrenta Pittsburgh, considerando que del otro lado está Blake Bortles.

Lo único que tiene que hacer Pittsburgh para consumar su venganza y sellar el ansiado duelo de revancha ante los Patriots, es todo lo que no hizo en la semana cinco. Jugar con la ventaja en el marcador, sacar del juego a Fournette y dejar que la presión recaiga sobre Bortles. ¿En verdad es tan complicado? No lo creo. Steelers por 7.

Saints en Minnesota: La joya de la semana. Si existiera justicia en el deporte, esta debería ser la Final de la NFC, pero el deporte, como la vida, no es justo. Y tendremos que “conformarnos” con una pelea de pesos completos en la ronda divisional.

Por un lado, un equipo de Minnesota que va tras la gloria en su intento por convertirse en el primer equipo en jugar el Super Bowl en su propio patio. Por el otro, unos Saints que han abierto de par en par una ventana de campeonato que muchos creíamos que se había cerrado hace años.

Dos equipos tan similares como distintos. Por un lado, la mejor defensiva de la NFL con las suficientes estrellas para formar su propia galaxia. Everson Griffen, Anthony Barr y Harrison Smith conforman una columna vertebral formidable que opera como el engranaje de un reloj suizo.

Por el otro, la cuarta mejor ofensiva de la Liga, un equipo capaz de poner puntos en cualquier lugar y ante cualquier equipo. Un Drew Brees que lo ha visto todo y lo ha conquistado todo, y con un arma que no había tenido nunca antes, un potente ataque terrestre de dos cabezas con Alvin Kamara y Mark Ingram.

No importa lo que digan las estadísticas de que Minnesota es segundo contra la carrera y segundo contra el pase, o frena a Brees o frena a su backfield. No es una tarea sencilla, incluso con su gran defensiva y jugando en casa.

Podrán contener al ataque de New Orleans, pero no secarlo por completo. Van a requerir que el inexperto pero eficiente Case Keenum ponga algunos puntos en la pizarra si es que Minnesota ha de alcanzar su destino.

Para fortuna de los Vikings, Keenum cuenta con una de las mejores duplas de receptores de la NFL en Adam Thielen y Stefon Diggs, quienes se combinaron para más de 2,000 yardas, una confiable arma en zona roja con Kyle Rudolph y un Keenum cuya principal virtud es cuidar del ovoide.

Pero a pesar de su aparentemente interminable lista de lesionados, New Orleans tiene elementos en su defensiva para complicarle la vida a Keenum. A quien la presión de ganar podría pesarle lo mismo que la presión de perder.

Minnesota ganó 11 de sus últimos 12 juegos, de los cuales solo cuatro fueron ante rivales que finalizaron con récord ganador. La falta de sinodales de peso podría resultarles muy costosa. Saints por 2.

La semana pasada: 3-1

En playoffs: 3-1

Temporada regular: 161-94

Total: 164-95