El Leganés hace historia con El Zhar y un gran Champagne
El gol del marroquí y las paradas del portero meten al equipo pepinero en cuartos de final por primera vez. El Villarreal tiró 26 veces pero perdonó.
El Leganés sigue haciendo historia. Si el año pasado regaló a su afición un estreno triunfal en Primera, para esta temporada ha dado otra vuelta de tuerca a su progresión al colarse en el bombo de cuartos de la Copa por primera vez. Lo máximo que había logrado, que no es poco, era llegar a octavos en dos ocasiones. La pegada de Amrabat en la ida y una excelente contra de El Zhar en la vuelta le permitieron tumbar a un Villarreal sin Bakambu y con tantos millones en las arcas como problemas en el área.
El Villarreal asedió al Leganés, pero Champagne deprimió a Bacca, Ünal, Trigueros y Fornals con sus paradas. El mediapunta tuvo la ocasión más clara en el 30’, pero lo que pudo ser el tanto que igualara la eliminatoria se convirtió en el origen de la sentencia. Pocas veces veinte segundos dieron para tanto. Naranjo lideró una contra que pilló en pañales a Adrián Marín y a El Zhar, con la moto arrancada. El marroquí corrió como si le fuera la vida en ello y, después de hacer un surco en la hierba, picó con maestría el balón ante la salida de Barbosa. Vila-real enmudeció. Tras el traspié ante el Depor en Liga, esta eliminación en la Copa con un balance de 26 a 4 en remates a portería y la inminente visita al Bernabéu, 2018 se parece a cualquier cosa menos a un feliz año nuevo.
El Villarreal jamás se rindió. Nada más comenzar la segunda parte se encontró un gol de Raba en la acción que parecía menos clara. Controló un centro de Rodrigo, orientó sin dejarla caer y mató con su pierna menos buena. Champagne sólo demostró entonces que era humano. Desde entonces el Villarreal intentó por tierra, mar y aire descomponer al Leganés, que vivió colgado del larguero olvidando sus virtudes en ataque. A Garitano, técnico a tener muy en cuenta por hacer lo máximo con lo mínimo, le valía con la solidaridad en defensa y con el orden. Dos virtudes que se acentuaron con la salida de Mantovani. Calleja buscó soluciones de urgencia en el banquillo, pero el Villarreal no es un equipo para la heroica. Raba, el más joven, fue quien ejerció de veterano y tiró del carro. Cheryshev y Castillejo sólo pudieron dar emoción con el 2-1 cocinado entre ellos. Roger Martínez, por su parte, evidencio que tras su debut todavía debe acoplarse. Recién llegado, se le vio más verde que amarillo ante un rival que viene de abajo y del que se desconoce su techo.