JUAN GUTIÉRREZ

Laso, Doncic y el final feliz

El esloveno había pasado casi inadvertido, pero en un suspiro resolvió y se erigió como el jugador con más valoración (20). Así de fácil hace el baloncesto.

Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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El baloncesto siempre ha sido amigo de números y estadísticas. Este miércoles, dos guarismos sobrevolaban el Buesa Arena antes de comenzar el duelo, los dos alusivos al equipo visitante. Uno de ellos envolvía nombres históricos, incluso míticos: Pablo Laso igualaba a Pedro Ferrándiz a 490 partidos como entrenador del Real Madrid. Laso nació en Vitoria y se formó como jugador en el Baskonia, lo que hacía aún más especial este clásico de la competición española. El otro número, redondo, nos recordaba que por detrás viene un Ferrari a toda velocidad, capaz de batir cualquier récord que se le cruce: Luka Doncic, a sus 18 años, cumplía 100 encuentros en la ACB. Debutó el 30 de abril de 2015 frente al Unicaja y desde entonces ha ganado dos Ligas, dos Copas, un Eurobasket… Y un sinfín de premios MVP.

Con estos nombres y estos números en la cancha, uno sólo imaginaba un desenlace favorable al Madrid, una revancha de aquella reciente afrenta que supuso perder por 30 puntos (105-75) ante el Baskonia en la Euroliga. Y así fue. No hubo paliza de ida y vuelta. Al contrario, la riña discurrió muy igualada durante tres cuartos, hasta que Doncic se desperezó en el último parcial y en cinco minutos mágicos abrió brecha para mantener a su equipo invicto fuera de casa en la ACB: siete de siete. El esloveno había pasado casi inadvertido durante el pleito, pero en un suspiro resolvió y se erigió como el jugador con más valoración (20). Así de fácil hace el baloncesto. Esta es la octava victoria consecutiva del equipo blanco, que vive un momento dulce a pesar de su abarrotada enfermería. El día merecía un final feliz.

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