W Deportes
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SUMO

Multado con 3.700€ por la agresión a un luchador rival

Harumafuji, estrella de sumo retirado recientemente tras agredir a un rival de menor rango, recibió un multa de 500.000 yenes (3.700 euros).

Actualizado a
Harumafuji, durante una competición de sumo.
BEHROUZ MEHRIAFP

La estrella del sumo Harumafuji, retirado recientemente tras agredir a otro luchador de menor rango, recibió hoy un multa de 500.000 yenes (3.700 euros) tras eludir ser juzgado por este incidente que ha supuesto un gran escándalo en Japón.

El exluchador mongol fue remitido a la fiscalía el pasado 11 de diciembre y recibió a finales de año una "acusación sumaria", un procedimiento de la justicia nipona que elude la inspección judicial y se aplica a delitos menos graves que se saldan con multas.

Un tribunal de Tottori (este), ciudad donde ocurrió la agresión, decidió imponer esta multa al excombatiente de 33 años por haber atacado a su compatriota Takanoiwa, de 27, golpeándolo con los puños y con el control remoto de un karaoke a finales del pasado octubre, recogió la agencia Kyodo. Las heridas de Takanoiwa le causaron una contusión y una fractura craneal que le llevaron a permanecer cuatro días hospitalizado y a retirarse del Gran Torneo de Sumo de Kyushu.

El incidente salió a la luz semanas después, convirtiéndose en un escándalo mediático en Japón, tanto porque los luchadores de sumo son considerados referentes y de ellos se espera una conducta ejemplar, como porque la reputación de este deporte se ha visto salpicada antes por casos de corrupción, violencia y drogas.

El 29 de noviembre, Harumafuji anunció su retirada tras 17 años en el "dohyo" (ring). El mongol debutó en 2001 y hasta su retirada ganó nueve torneos. En 2012 fue nombrado "yokozuna" (gran campeón), convirtiéndose en el quinto luchador no japonés en lograr este rango que sólo alcanzan los mejores combatientes.

En el sumo se entremezclan competición con ritos tradicionales y religiosos sintoístas, de los cuales los luchadores son vistos como guardianes, por lo que se les exige una férrea disciplina y un código de conducta ejemplar tanto dentro como fuera del "dohyo".