Real Madrid golea al Numancia en la ida de octavos de Copa del Rey
Otro plantón del plan B, que solventó la eliminatoria muy al final. Al Numancia le quitaron un penalti y le pitaron otro inexistente.
Se abre un mundo entre fijos y eventuales en el Madrid, mala noticia para lo que se avecina: un calendario para el que todos serán llamados a filas. El plan B ha adelgazado alarmantemente hasta el punto de que sólo Lucas, Ceballos, Mayoral y el ejemplar Nacho se mantienen en pie. En Soria dejó pasar otro tren, aunque no corre el Madrid peligro de entrar en zona catastrófica en la Copa. El Numancia, también repleto de suplentes, puso la ilusión que le faltó al equipo de Zidane hasta que el infortunio y los penaltis le sacaron de pista.
La Copa no tonificó a los suplentes del Madrid, sobre los que se extiende una sensación de desánimo que no existió la campaña pasada, cuando Zidane hizo ciencia de la rotación extrema de la plantilla sobre su eje. Cierto es que la Copa, a estas alturas, resulta poco estimulante: clima desapacible, esta vez menos siberiano de lo habitual en Soria; rival de poco calado y sensación extendida de que no se romperá nada en la ida. Pero el Madrid ofreció un partido ártico, en el que se envalentonó el Numancia, a pesar de la adversidad de ver cómo se lesionaban sus dos laterales izquierdos y de que Estrada viera en un área, la de Munir, lo que pasó por alto en la otra, la de Casilla. Un penalti de Theo a Dani Nieto no señalado antecedió a otro más claro, este sí advertido por el árbitro, de Carlos Gutiérrez a Lucas Vázquez que puso en ventaja al Madrid sin demasiados merecimientos.