W Deportes
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

COPA SUDAMERICANA

En 2017 volvió el Rey de copas

Independiente ganó la Copa Sudamericana de la mano de Holan en el mítico Maracaná y volvió a mostrar su carácter ganador en el continente.

Independiente celebra el título de Copa Sudamericana 2017.

En el cierre del año, casi de manera imperceptible, Independiente produjo una de las noticias de alto impacto en el mundo futbolístico con la conquista de la Copa Sudamericana 2017 que, en rigor, significó mucho más que alzar el segundo trofeo en importancia del orden continental.

La consagración, por caso, estuvo impregnada de particularidades que la magnificaron, en la medida que fue alcanzada con un estilo de juego muy identificado con el "paladar negro" de sus fanáticos y con un alto grado de la mística copera que forjó en sus épocas doradas.

Como ratificación de ello, quedará la foto de la coronación en el mítico Maracaná de Río de Janeiro después de haber superado a Flamengo en la final, cuya revancha (1-1) estuvo rodeada de un clima hostil con la intención de amedrentar a los argentinos, vencedores por 2-1 en el primer partido en Avellaneda.

Así Independiente, afirmado en sus valores históricos, celebró el 17mo. título internacional de su historia y concretó su retorno a la escena del fútbol sudamericano después de años oscuros, entre los que sufrió un insospechado descenso a la Primera B Nacional (2013).

Retorno que se encaminó de la mano de Holan, un ex entrenador de hockey sobre césped, que recibió miradas desconfiadas cuando el presidente Hugo Moyano lo consagró en el cargo en diciembre del año pasado.

Con el exclusivo antecedente de un aceptable paso por Defensa y Justicia, el técnico de 57 años, oriundo de Lomas de Zamora, debió enfrentar los prejuicios de un mundillo siempre renuente a la aceptación de nuevas metodologías de trabajo.

Durante los primeros meses y ante cada resultado deportivo adverso, Holan convivió con críticas burlonas por el empleo de drones para analizar con otra perspectiva los movimientos de sus jugadores en cada entrenamiento.

Nadie lo movió de sus convicciones y entonces, de manera silenciosa, avanzó en su idea de que Independiente recuperara un estilo histórico que él mismo aprendió cuando su padre lo llevaba de niño y adolescente al ver al "Rojo" en el viejo estadio de la Doble Visera.

Su aporte en ese sentido fue mucho más que el saludo reciclado por su equipo esta temporada, con el capitán Nicolás Tagliafico adelantado de la formación en la mitad de la cancha, tal como lo hacía "El Chivo" Ricardo Pavoni y otras figuras del conjunto multicampeón en la década del '70.

Holan reseteó el juego de Independiente. Le devolvió el respeto por la pelota, lo dotó de personalidad y le restableció su vocación ofensiva, al punto de reverdecer el orgullo de sus hinchas como nunca antes desde el equipo campeón de Miguel Brindisi en 1994, aquel que contaba con Luis Islas, Hugo "Perico" Pérez, Gustavo López, Daniel Garnero, Sebastián Rambert y el "Palomo" Albeiro Usuriaga, entre otras figuras.

Con esas premisas, el "Rojo" fue avanzando de fase en una Copa Sudamericana que por primera vez se disputó a lo largo de un año, archivado su viejo formato semestral.

Entre abril y mayo eliminó a Alianza Lima de Perú, con victoria en Lima después de haber empatado sin goles la ida en Avellaneda. En la segunda fase (julio/agosto) despacho a Deportes Iquique de Chile (4-2 y 2-1); despidió a Atlético Tucumán (0-1 y 2-0) en octavos; vapuleó a Nacional de Paraguay (4-1 y 2-0) en cuartos; sacó a un duro Libertad (0-1 y 3-1) en semifinales y dio cuenta de Flamengo en la instancia decisiva.

Su estructura no se resintió pese a la venta de un jugador de selección como Emiliano Rigoni a mediados de año y, en buena medida, estuvo apoyada sobre jóvenes nacidos en el club: Fabricio Bustos, Alan Franco, Martín Benítez y Ezequiel Barco.

Holan siempre tuvo clara la idea de darle lugar a los valores de inferiores, por esa razón durante su ciclo prescindió de nombres pesados como Hernán Pellerano, Cristian "Cebolla" Rodríguez, Jorge Ortíz, Diego Vera y Germán Denis.

Tan clara como firme su deseo de recuperar el protagonismo de Independiente, ese que hoy, a partir de la conquista de la Sudamericana, invita a una certeza: el Rey de Copas está de regreso.