“Keylor fue un niño que se sintió libre a pesar de la escasez”
Dinga Haines es la guionista y directora de 'Hombre de fe', la película biográfica de Keylor que causa sensación en Costa Rica.
Como directora de la película, ¿qué se encontrará el espectador?
Una historia inspiradora, no sólo a nivel deportivo, sino humano. Encontrarán a un niño de una zona rural de Costa Rica que se enfrenta al reto de cumplir sus sueños. Y al proceso de fortaleza de su fe para llegar a donde está.
¿Cómo surgió la idea de hacer la película?
Keylor pertenece a un grupo que se llama Theos que promueve el estudio de la religión. Se planteó hacer un documental, y cuando me invitaron a la reunión, aunque me encanta el formato documental, pensé que la mejor manera de contar la historia era a través de la ficción, aunque esté basada en la vida real. El potencial para hacer la película, por los elementos humanos, de valores, de persistencia, estaba claro. Había un mensaje auténtico que contar.
¿Por qué es especial la vida de Keylor?
Tiene elementos comunes con otros deportistas que han trascendido a la vida pequeña de su entorno para llegar a metas impensables, pero creo que hay algo particular, que es su fe y su confianza en que Dios le va a ayudar a salir adelante. Esa historia se aborda de manera auténtica. No es un filme del género religioso, sino del ser humano. Al final, hablamos de un niño que se descubre a sí mismo y que busca la inspiración para luchar contra cosas que parecen increíbles.
¿Tuvo muchas dificultades?
Las tuvo. Salir con 13 años de Pérez Zeledón, andando con un petate, para cruzar una montaña a la que llaman Cerro de la Muerte para llegar a una ciudad que no conocía y habitar una casa en la que está sólo, durante varios años… Yo soy una persona muy visual. Y a mí, ver a ese niño enfrentándose a esa montaña y a esa ciudad me pareció dramático y visualmente muy poético. Es un viaje épico.
¿Cómo describiría el entorno en el que creció?
En Costa Rica, aun en la escasez, podemos vivir con un sentimiento de paz y de contacto con la naturaleza. Tenemos una calidez particular. Los ticos aprendimos a buscar soluciones. La familia de Keylor tenía recursos muy limitados. Me llamó mucho la atención la manera en cómo mantenían su casa, cómo creaban cosas estéticamente bonitas para decorar a raíz de elementos que son considerados basura, como latas. Yo cree una pared de latas en la película, como ellos, porque me parecía poético. Cómo se hace algo bonito de algo que sólo lo es a través de la perspectiva. A pesar de la escasez, Keylor es un niño que se sintió libre, andaba por el campo, estaba con los animales, montaba a caballo sin tener uno, porque se lo prestaban… A veces somos muy ricos cuando no tenemos tanto.
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