Cazadores de mariscales: Steelers busca nueva marca de capturas
Los Steelers llegan al último juego de la temporada con la posibilidad de reescribir los libros de historia para la defensiva de la franquicia.
Cuando un equipo tiene una historia defensiva tan rica como los Pittsburgh Steelers, los récords no son fáciles de obtener. La versión 2017 está dispuesta a intentarlo el domingo en el último juego de temporada regular.
La defensiva necesita seis capturas de quarterback ante los Browns para romper la marca previa del equipo de 55 que comparten los equipos de 1994 y 2001. Lo único que necesita hacer es repetir su actuación de la primera semana ante Cleveland, cuando derribaron siete veces a DeShone Kizer y el récord será todo suyo.
Solo que hay un pequeño problema. Múltiples reportes indican que Pittsburgh concedería la lucha por la cima de la AFC y enviaría a la mayoría de sus titulares a la banca ante Cleveland. Eso significaría, entre otras cosas, la ausencia del estelar defensive end Cam Heyward, quien encabeza al equipo con 12 capturas. El novato T.J. Watt y el linebacker Bud Dupree, con seis cada uno, también podrían ver el encuentro desde las laterales.
Pero aún hay esperanza. Se enfrentan a un equipo de Cleveland que, además de no tener victorias en el año, es séptimo en la liga con 47 derribos admitidos, mientras que Pittsburgh es segundo en la NFL con 50 capturas, de las cuales solo una fue cortesía del ahora miembro de los Patriots, James Harrison, líder en la historia de los Steelers en ese departamento.
Actualmente, los Steelers son la cuarta mejor defensiva de la liga en yardas, la quinta en puntos y la quinta mejor en contra del ataque aéreo. Las 50 capturas le aseguran al equipo mantenerse dentro de los 10 mejores de la liga en ese departamento por tercer año consecutivo, y representan una considerable mejoría respecto a los 33 derribos que obtuvieron apenas en 2014.
El coordinador defensivo Keith Butler atribuye parte del éxito a la mejoría en el perímetro que recibió el impulso con la llegada en la agencia libre del estelar Joe Haden y la consolidación de los jóvenes Artie Burns y el safety Sean Davis, quienes ayudaron en la transformación apenas dos años después de que los Steelers fueran el 30mo peor equipo para defender el pase.
Una mejor cobertura les ofrece mayores oportunidades de presionar al quarterback. Y las han aprovechado. Tienen seis juegos con al menos cuatro sacks, incluyendo dos actuaciones con siete ante Cleveland en la primera semana y ante Houston el fin de semana pasado.
Todo ello pone a Pittsburgh en una posición prometedora, pues el equipo terminó entre los tres mejores de la Liga en sacks las últimas tres veces que avanzó al Super Bowl.