David Ferrer: “Voy día a día; lo dejaré cuando ya no disfrute”
Llegó a las 700 victorias en el circuito y acabó 37º. Habitual top-10, salió de él en mayo de 2016 y vive el tenis de otra manera. Cortó en Bastad una sequía de 636 días.
Ya estamos en puertas de una nueva temporada, pero ¿cómo califica la anterior?
Tal y como había empezado, fue positiva. Pude ganar un torneo y durante el verano jugué un buen tenis. A final de año me lesioné y no estuve como me hubiera gustado. Pero acabé contento y el año próximo espero hacerlo mejor.
Hacerlo mejor...
Sí, afronto 2018 con ganas, con ilusión. Quiero tener buenas sensaciones a nivel tenístico independientemente de los resultados. Pero no me puedo fijar objetivos tan exigentes.
Llegó noviembre, y Ferrer en vez de en el Masters, estaba de vacaciones. Se nos hizo raro…
No, ya son dos años sin estar. Por suerte pude jugar muchísimos (en siete ocasiones, y finalista en 2007). Cuando no te metes, valoras mucho más lo que ya has conseguido.
¿Se vive de otra manera el circuito fuera del top-ten?
El trato es diferente. Pero tampoco es algo que me haya dolido mucho. Me ha dolido más el no poder ganar partidos.
En septiembre se fue a hacer el Camino de Santiago. ¿Por qué?
Porque lo tenía pendiente y nunca tuve unas vacaciones con mis amigos durante mi carrera por lo apretado del calendario. Este año vi que estaba menos saturado y me hacía tanta ilusión que vi que era el momento. Estuvo muy bien, me lo pasé genial. Pero también me lesioné el pie. Cargas pilas, pero es cansado.
¿Qué le parece lo que han hecho Rafa Nadal y Roger Federer este año?
Ha sido muy bueno para el tenis y para los aficionados. Verlos otra vez ganar dos Grand Slams cada uno y a Rafa volver al número uno produce una gran satisfacción, también por su equipo, por Toni Nadal. ¡Qué mejor manera de acabar para Toni!
Federer tiene un año más que usted…
Sí, pero sólo él puede hacer lo que ha hecho este año. Es el jugador con más talento que he visto. Si de alguien no me sorprende es de él.
Llegó a las 700 victorias en su carrera. ¿Con cuál se queda?
Con la final de Copa Davis contra Juan Martín del Potro en Sevilla o cuando gané el Masters 1.000 de París-Bercy. Pero también con partidos que no gané, como el de la final de Davis en Praga contra Tomas Berdych, de lo mejor que he jugado.
La Davis pinta bien en 2018.
Sí, porque comenzamos en casa y hay un buen equipo con Pablo Carreño, Roberto Bautista, que es muy regular y se ha consolidado, Nadal otra vez arriba… buenos doblistas en el top-ten. ¡Es que España tiene muy buenos tenistas!
¿Sería el momento de apretar en 2018, de intentar volver a ganar la Ensaladera?
Sí es un buen momento. Jugar en casa ayuda.
Usted también tiene una Academia. ¿Está allí su futuro?
No sé cómo seguiré vinculado al tenis. Me gusta educar, más que enseñar a jugar.
¿Se ha puesto una fecha?
No, voy día a día. Voy a seguir jugando porque me veo con ilusión y motivación. El día que no disfrute nada del tenis colgaré la raqueta. No tendrá sentido.
