Sánchez Martínez le perdonó la tarjeta roja a Sergio Ramos en la segunda parte del Clásico. El central del Real Madrid agredió a Luis Suárez con un puñetazo en el rostro.
En el 58', Ramos se acercó por detrás al uruguayo, al que golpeó en la cara por la espalda. Sánchez Martínez, que vio de cerca la acción, decidió juzgarla señalando falta y sacando una tarjeta amarilla.
"Es roja. Si es agresión es roja. La clave es el impulso del brazo. No puede ser que en el partido más importante el cuarto árbitro sea de Segunda B. Un árbitro de Primera le podría haber ayudado", dijo Iturralde González, experto arbitral de Diario As y Carrusel Deportivo (Cadena SER).
