Las victorias históricas del Real Madrid en los Clásicos
El Bernabéu acogerá su Clásico liguero número 88. Para el recuerdo quedaron triunfos blancos como el 8-2 de 1935, el 5-0 de 1995...
Una temporada más, un Clásico es sinónimo de gol. Cristiano, por parte de los blancos, y Messi, por el lado azulgrana, simbolizan el balón en el fondo de las mallas. No obstante, en el Bernabéu, que acogerá su Clásico liguero número 88, se han marcado hasta el momento 287 goles (3,29 goles de media por partido): 181 a favor de los blancos (sólo se han quedado sin marcar en 13 ocasiones, un 14,94%%), por 106 de sus rivales azulgrana (27 veces sin ver puerta en sus visitas al conjunto blanco, un 31,03%). Sólo ha habido tres empates sin goles en casi 90 años de enfrentamientos ligueros: temporadas 30-31, 72-73 y 86-87. En el resto, algún equipo siempre vio puerta.
Pero hablemos de goles. Madridistas para ser más exactos. La mayor goleada de los Clásicos disputados en la capital de España sucedió el 3 de febrero de 1935. El Madrid ganó 8-2 con una pareja extraordinaria cara a la meta rival: Lazcano y Sañudo. Éste logró cuatro goles, mientras que el primero convirtió tres. El restante lo materializó Regueiro. Este resultado pasará a la historia de los Clásicos ligueros como la mayor goleada nunca vista entre blancos y culés. Un resultado que es imposible de conseguir en estos tiempos. Previamente, en la segunda visita liguera de los azulgrana se había producido la primera manita de los madridistas: 5-1, con goles de Lazcano (logró un hat-trick) y un doblete de Rubio. Seve Goiburi anotó el tanto de la honra culé. En enero de 1934, los blancos masacraron al Barça de la mano de Valle, Samitier, Regueiro y Eugenio: en el minuto 50, el encuentro ya estaba decidido. Sobró prácticamente la segunda parte…
Otras manitas blancas llegaron en la década de los 50. En la campaña 1951-52 los blancos ganaron 5-1. Dos temporadas después, el 25 de octubre de 1953, los blancos liderados por Di Stéfano le endosaron otra dolorosa manita: un demoledor 5-0, con dos goles de La Saeta, dos de Roque Olsen (posteriormente fue entrenador azulgrana) y Luis Molowny empezaron una larga década espléndida de triunfos madridistas: 12 victorias, con 34 goles blancos por tan sólo cuatro en contra. Otra gran goleada blanca se produjo el 15 de diciembre de 1963. De la mano de Puskas (tres goles) y Di Stéfano, los blancos machacaron a sus rivales blaugranas 4-0.
Tendrían que pasar casi 15 años (abril de 1978) para que el Madrid lograse otra tremenda goleada. Liderados por el recientemente fallecido Henning Jensen (que marcó un doblete), Juanito y Santillana, la tripleta delantera, los blancos se imponen 4-0, sacándose la espinita del 0-5 azulgrana de Cruyff.
A finales del siglo XX, llegó otra manita vengativa: en enero de 1995, los blancos devolvieron la goleada que habían sufrido justo un año antes (en enero de 1994, los azulgrana golearon a los madridistas 5-0 con tres tantos de Romario). Zamorano (tres), Luis Enrique y Amavisca respondieron a la goleada azulgrana. En lo que llevamos de siglo XXI, el Madrid goleó al Barça en dos ocasiones. En la campaña 2004-05, los galácticos jugaron su último gran partido ante los azulgrana, ganando 4-2, con tantos de Zidane, Ronaldo, Raúl y Owen, en una arriesgada apuesta de Luxemburgo. No sería hasta 2008, pasillo mediante, cuando los blancos volverían a endosar otros cuatro tantos a los azulgrana: Raúl, Robben, Van Nistelrooy e Higuaín elevaron el marcador hasta el 4-1 final. En el Clásico 88, ambos equipos se juegan romper un récord cada uno: los blancos, que Zidane sea el primer técnico en ganar tres Clásicos seguidos al Barcelona en el siglo XXI. Por su parte, el Barcelona quiere ganar tres Clásicos de manera seguida en el feudo madridista. Para ambas cosas, los dos necesitarán… goles.
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