Un Eibar que sigue de dulce llega al parón navideño desmelenado. Gracias a la victoria lograda contra el Girona en Ipurua los armeros suman 24 puntos y se colocan rozando las posiciones europeas. Todo esto llega tras seis jornadas consecutivas sin perder con cinco triunfos más otro empate durante ese lapso. Unos números casi impecables tras su irregular inicio liguero.
El partido comenzó eléctrico porque los locales salieron en tromba. Tan sólo necesitaron 42 segundos para adelantarse. Inui recibió la posesión desde un saque lateral que dejó pasar Charles, recortó a su par y batió por bajo las redes rivales. No contento con eso, el equipo azulgrana puso más tierra de por medio nueve minutos después. Charles cabeceaba sin oposición un medido centro del lateral zurdo Cote. Ipurua enloquecía mientras los visitantes intentaban capear este vendaval futbolístico lo mejor posible. Estaban siendo aplastados.
La renta pudo ampliar con varios remates peligrosos. No obstante, perdonaron y el conjunto catalán reaccionó. Timor transformó una falta innecesaria cometida por Dani García al borde del área. Desde entonces el ritmo decayó, pero se llegó al descanso con las espadas en todo lo alto.
Parecía cuando menos utópico que esto ocurriera hace apenas un mes, si bien la realidad es clara. El técnico vizcaíno se frota los ojos una vez superada su crisis inicial. Vivirán unas felices fiestas.