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El gigante español de la NFL que combatió en Afganistán

Alejandro Villanueva creció en Cádiz y vivió en Andalucia, Aragón y Canarias antes de afincarse en Estados Unidos y ser veterano de ese ejercito.

MadridActualizado a
El gigante español de la NFL que combatió en Afganistán

Hay una frase de Alejandro Villanueva, el flamante nuevo titular del partido de las estrellas de la NFL, que define su vinculación con España. El año pasado, cuando sus Pittsburgh Steelers se clasificaron para playoffs, pudimos entrevistarle y felicitarle, diciéndole que precioso regalo el que Papa Noel le había dejado. Desde el mismo corazón de Pennsylvania, Estados Unidos, Villanueva exclamó: "A mi casa los que vienen son los Reyes Magos".

Porque Alejandro nació en Meridian, estado de Mississippi, por pura casualidad. Su padre, Ignacio, estaba destinado allí como militar perteneciente a la OTAN en 1988 y su madre, Matilda, le dio a luz en tan remoto lugar. Al menos, remoto para una gaditana.

Villanueva se crió entre Motril y El Puerto de Santa María. Jugando al fútbol en el recreo, haciendo sus pinitos con el rugby (de hecho, su hermano Iñaki es internacional español en este deporte) y echando los veranos al sol del sur de la península. Es el día de hoy que sigue citando aquellos años como el paraíso. Debido al trabajo de su padre, y a los traslados inherentes, vivió también en Zaragoza y en las Islas Canarias. Para la época del instituto acabó recalando en Bélgica.

Fue allí donde, debido a su envergadura, le recomendaron probar con el fútbol americano, deporte del que desconocía hasta las reglas. La academia militar de West Point, Army, le ofreció una beca y allí se pasó cuatro años, compaginando su formación castrense con la práctica del deporte. Pasó de ser hombre de la línea ofensiva a defensiva y finalmente, tight end, una especia de receptor gigante que también sirve para bloquear a los rivales. Se graduó y, al contrario que otros universitarios que se presentan al draft de la NFL, Alejandro cumplió con su deber como soldado.

Estuvo en la guerra de Afganistán. Hasta en tres ocasiones diferentes. Debido a su labor en el campo de batalla fue condecorado con la Medalla de Bronce al Honor. Cuando concluyó su periplo en el ejercito estadounidense, decidió retomar su sueño de jugar en la NFL.

Fue difícil. Extremadamente difícil. Se pasó un par de años con pruebas y equipos de prácticas, entre los Philadelphia Eagles y los Pittsburgh Steelers. Antes había probado con los Cincinnati Bengals y los Chicago Bears sin suerte.

Sin embargo, en 2014 algo hizo click entre los Steelers y él. El entrenador de Pittsburgh, Mike Tomlin, vio que podía convertirle en left tackle  y el equipo invirtió tiempo y paciencia en él. En octubre de 2015 el titular de la posición, Kelvim Beachum, se lesionó y Villanueva tuvo su oportunidad.

El resto es historia del deporte español. Se afianzó en el puesto, tanto que los Steelers dejaron marchar a Beachum en la agencia libre cuando se recuperó de su lesión, mejoró partido a partido, se hizo titular indiscutible, firmó un contrato de 24 millones de dólares por 4 años y, al fin, ha sido elegido como titular para la Pro Bowl, el partido de las estrellas de la NFL.