OBRADOIRO 93 - REAL MADRID 102
El Madrid vence al Obradoiro con récord total de triples: 36
Los blancos igualaron su mejor registro histórico (19 triples) y los dos equipos sumaron 36. Cuatro más que la anterior marca y uno más que el récord de la Euroliga de 2003.
El Madrid es ya el primer equipo en vencer esta temporada en la cancha del Monbus Obradoiro, que hasta esta jornada apenas recibía 74 puntos de media, la segunda mejor defensa de la competición. Ganó a lo grande, con una anotación de 102, su cifra más elevada del curso, en un duelo vibrante en el que se batió el récord histórico de triples encestados en un partido de Liga. Entre los dos sumaron 36. Cuatro más que la anterior plusmarca (Baskonia-Madrid, 32 en mayo de 2015) e incluso uno por encima del récord de la Euroliga, que data de 2003, cuando la línea de tres estaba medio metro más cerca (35 agruparon entonces entre el Pau-Orthez y el Virtus Roma).
Un concurso de triples que acabó en festival con esas 36 dianas y un acierto superior al 50%. El Madrid logró 19 en 36 lanzamientos (52% de efectividad) e iguala así su cota más alta de siempre. Los locales plantearon batalla con 17 de 33 (51%).
El Real deslumbró en el segundo cuarto, en el que logró un prodigioso 8 de 13 desde la línea (cinco de ellos de Carroll) que le llevaron a ponerse 19 arriba (30-49). El Obradoiro, sin embargo, le dio a probar de su propia medicina. Seis aciertos en el tercer periodo para entrar vivo al último acto, donde el pívot sueco Spires y el alero letón Laksa ejercieron de revulsivos con 9 puntos por barba: 88-92, minuto 36.
El estadounidense Simons presentó una tarjeta final de 7 de 10 y el lituano Bendzius de 6 de 9, aunque para el desenlace ya no les quedaba pólvora. La habían gastado para mantener vivos a los suyos.
Reyes, que sufría frente a Spires en defensa, leía muy bien el juego y Taylor lo hacía todo. Tiraba sin ningún fallo, penetraba y pasaba para dar réplica a los héroes locales. Pero la resolución solo podía llegar desde el triple. La firmaron Rudy, que hizo un gran marcaje al cañonero Matt Thomas y luego se lesionó (problema muscular en una pierna), y un Taylor de dulce.
El Madrid se desató en el segundo cuarto
Los contendientes habían arrancado con puntería, pero el duelo se desató definitivamente camino del récord en el segundo cuarto, al que el Madrid llegó cinco abajo. Llevaba 18 puntos en algo más de diez minutos y 20 lanzamientos a canasta, trece de tres y apenas siete de dos. El desequilibrio era notorio entre juego interior y exterior. Rudy erraba desde la larga distancia y reincidía y Doncic, que acababa de entrar, también, sobre todo tras bote (acabó en 1 de 6 y con una nueva diana desde 20 metros que no valió).
El remedio blanco fue más triples a discreción, aunque ahora no provocaban una descompensación en el juego, sino que eran la respuesta más acertada al planteamiento de Moncho Fernández. El entrenador gallego ordenó un dos contra uno sobre Doncic cuando recibía el bloqueo arriba y ahí llegó la perdición del Obradoiro. El esloveno supo sacar rápido el balón y Reyes, deslizarse aún mejor hacia la zona tras el bloqueo. En la pintura, el capitán ejerció de base. Repartió en ese tramo cuatro asistencias a los tiradores, que lanzaban una y otra vez liberados, en especial Carroll: descerrajó entonces cinco de sus seis triples. Parcial de 7-28 en siete minutos para apuntalar aún más el liderato de la Liga Endesa. Dos triunfos de ventaja al Valencia y al Fuenla y tres al Barça, al Baskonia y al Granca.