La mejor presión del Madrid
Notable. A este Madrid insaciable cuando un título está en juego le volvió la inspiración colectiva que no tuvo contra el Al Jazira y recortó con una presión admirable a un Gremio desprovisto de pies y sin tacto con el balón. Una versión convincente en una nueva final, signo propio de la tendencia ganadora del equipo de Zidane.
Empuje grupal. Entendió bien Zidane cuáles eran las debilidades de su rival. Sin Arthur, su mejor jugador en la Libertadores, nadie canaliza el juego brasileño por las carencias visibles de Michel y Jailson en el desplazamiento. El Madrid oprimió al Gremio y Kroos y Modric lideraron un trabajo de desgaste.
Constructores. El alemán y, especialmente, el croata asumieron el total control de la medular con el apoyo de Isco, los laterales y Cristiano, inteligente con sus movimientos entre líneas. La posesión fue blanca (62%) y el partido cayó por su propio peso hacia el lado madridista.
El único pero. Benzema desaprovechó otra ocasión para erradicar su interminable desazón futbolística de esta temporada, impreciso en casi todas sus acciones y sin presencia en zona de finalización. Donde no llega el francés siempre aparece Cristiano. Otro título con su firma.
Rápida recuperación
El conjunto de Zidane agobió en todo momento la salida de su rival. Robo del Modric ante la entrega equivocada de Bruno Cortez en el 23'.
Posición de los laterales
El bloque alto del Madrid permitió que Marcelo y Carvajal habitaran en campo del Gremio con absoluta profundidad. Centro del brasileño y remate del español en el 37'.