Otro milagro de Guadalajara
El balonmano celebró la pasada semana dos empates como si fueran títulos de Champions. No era para menos. Vimos a las Guerreras eufóricas por la igualada ante su bestia negra, Francia. Luego no sirvió para evitar el cruce diabólico ante Noruega, la vigente campeona del mundo, pero fue una liberación de futuro para la Selección femenina. Dos días antes, el Quabit Guadalajara había vivido una explosión de júbilo cuando rompió una racha de 133 victorias del Barcelona en la Asobal. Al frente de la gesta estuvo un veterano de 45 años, Hombrados, quien confesó que nunca había celebrado tanto un empate, aunque también avisó de que había que seguir “con los pies en el suelo”. Sus jóvenes compañeros le apodan el Vinagre por este tipo de advertencias, pero la experiencia es sinónimo de sabiduría.
Detrás de las tablas ante el Barça se elevaba otra meta para el Guadalajara: la clasificación para la Copa Asobal. En el siguiente choque perdió en Zamora. Ya lo avisó el Vinagre. Y el pase quedó pendiente de un todo o nada en casa ante el Granollers, el pasado miércoles, que los alcarreños decantaron a su favor con sufrimiento. El Guadalajara, que ha cerrado segundo la primera vuelta de la Liga, se ha pegado otro alegrón en sólo una semana y hoy competirá por primera vez en este torneo. Su rival: el Barcelona, diez días después. Así son las travesuras de los bombos. Es bastante improbable que se repita el resultado: por algo el Barça lleva cuatro años y medio invicto. Pero estar en León ya es un premio, otro milagro para una ciudad de 83.600 habitantes. Y con los pies en el suelo, no debemos descartar que haya más.