Chris Froome, positivo por salbutamol en la Vuelta
El británico podría perder el título tras conocerse un positivo por salbutamol en la 18ª etapa de la carrera. El Sky lo achaca a un ataque de asma severo.
Chris Froome dio positivo por salbutamol en la 18ª etapa de la Vuelta de 2017, con meta en Santo Toribio de Liébana, el 7 de septiembre. El británico dobló la tasa permitida para esta sustancia antes de conquistar su primer maillot rojo, el domingo 10 en Madrid. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) estipula 1.000 nanogramos por mililitro. Él registró 2.000. La Unión Ciclista Internacional (UCI) le notificó el resultado adverso el pasado 20 de septiembre, y aun así compitió y consiguió el bronce en la contrarreloj de los Mundiales de Bergen.
Según el Sky y el propio Froome, en un comunicado emitido antes que el de la propia UCI (y tras una investigación de The Guardian y Le Monde), el corredor usó su broncodilatador por “un ataque de asma severo”. “Soy asmático, empeoré y seguí las instrucciones de nuestro doctor. Conozco las reglas”, señaló Froome. El líder del Sky dispone de una exención médica para emplear salbutamol dentro de los límites establecidos. Por eso no se le ha impuesto ninguna suspensión temporal.
Sin embargo, los precedentes más recientes le penalizan. Alessandro Petacchi fue sancionado un año en 2008 por una tasa de 1.360 ng/ml. Diego Ulissi recibió en 2014 un castigo de nueve meses por 1.900 ng/ml. La muestra de Froome ofreció 2.000ng/ml. El castigo sin rebaja asciende a dos, y la UCI le advirtió en su nota de prensa: "Una tasa de 40 ng/ml superior a los 1.000 se considera un resultado adverso, presumiblemente sin intención terapéutica". El Sky contraatacó: "Se trata de un proceso que en condiciones normales debería permanecer confidencial".
En caso de que la UCI no acepte las explicaciones que exige a Froome, perderá la Vuelta en favor de Vincenzo Nibali. En este 2017 se convirtió en el primer ciclista de la historia en alcanzar la victoria en el Tour y en la Vuelta desde que la ronda española se disputa en septiembre. Los organizadores piden "prudencia" y que "el problema se solucione lo más rápido posible". Ni la UCI ni el Sky desearon realizar más comentarios ante las preguntas de As.