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MARATÓN POWERADE MONTERREY

166 maratones en una vida: sacrificio, pasión y revolución

José Guillermo Rodrigo eligió el deporte como vehículo para salir de la depresión. Sin embargo, a pesar de 166 maratones finalizados, aqueja la falta de apoyo de las instituciones gubernamentales.

Monterrey (México)Actualizado a
166 maratones en una vida: sacrificio, pasión y revolución
As México

Ha corrido 166 maratones. 7,004 kilómetros en competencia. Cuando llega a la meta, resopla y los ojos felices se cierran cuando el espeso sudor le recorre la sien. 42 kilómetros después, José Guillermo Rodrigo Hernández Domínguez pisa fuerte, apenas si jadea; cada kilómetro le parece una gota de agua, rebasa la línea de meta como quien emerge de una alberca después de una vuelta a nado. “Es mi pasión”, dice.

El día anterior, José Guillermo había recibido un reconocimiento que sólo poseen 27 personas: aquellos quienes pueden acreditar el haber terminado 100 o más maratones a lo largo del mundo, optan a tal distinción. Para José Guillermo, Tlaxcalteca, 57 años de edad, correr es más que mover los pies; es la vida, es salvación. Correr salvó a José Guillermo de la depresión: “Me separé de mi esposa. Tomaba, fumaba. Quería atentar contra mi vida. No tenía empleo, sigo sin tener empleo. Me gradué, soy ingeniero civil. Encontré un cambio de vida en el deporte”. Su primera carrera fue el Maratón de la Ciudad de México, el 12 de septiembre de 2010. Desde entonces, los kilómetros se han acumulado.

Orgulloso tlaxcalteca, no podía perderse el Maratón de Monterrey de 2017, en el que rebajó su marca dos minutos: de 3 horas 15 minutos, a 3 horas 13 minutos. Los éxitos, sin embargo, han sido omitidos por las autoridades del Estado: “Estoy un poco decepcionado, porque el gobierno no me quiere apoyar. He hablado con senadores de la Republica, les he platicado lo que he logrado por mi Estado. No tengo un sueldo, no tengo una pensión. Dependo económicamente de la renta de un departamento”, denuncia. Todos los viajes a los maratones que ha recorrido, los ha sufragado por propia cuenta: “He perdido muchas cosas en mi empeño. He vendido cosas de mi propiedad. Los problemas económicos son parte de mi entrenamiento”. En alguna ocasión, escribió a su presidente municipal, quien ni siquiera respondió, acusa.

José Guillermo no cesará en su cruzada para lograr reconocimiento y algún sustento. “Soy uno de los pocos corredores que están compitiendo cada 8-15 días. El gobierno me trata de a loco, pero un amigo me decía que gracias a los locos, este mundo ha cambiado. Creo que ya me merezco el apoyo”. Ahora, José Guillermo tiene tres propósitos que lo empujan a seguir sobre las pistas, con los tenis bien calzados y la camiseta multicolor que enuncia sus logros: uno es ganar el Premio Estatal del Deporte, otro es lograr una entrevista con el gobernador del Estado, y el último es llegar a los 200 maratones para diciembre de 2018: “Si en 2018 no me otorgan el premio, a ver quién se cansa antes. Si me lo dan, llego a 200, no me retiro; quiero viajar a Europa y hacer un par de maratones, más recreativamente. Y si no, continuaré hasta los 250”.