Sin Rusia pero con rusos
Rusia no estará en los Juegos de Invierno de Pyeongchang 2018, pero sí habrá rusos. Esta es la decisión que anunció este martes el Comité Olímpico Internacional (COI) en Lausana. Una decisión dura, aunque necesaria y valiente, que al menos deja una puerta abierta a aquellos deportistas que compiten limpios, por aquello de que no paguen justos por pecadores. Habrá un equipo bajo la denominación de OAR (Olympic Athlete from Russia). En español: Deportista Olímpico Ruso. Participará bajo bandera e himno olímpicos. Para un competidor es un momento honorable lucir los colores de su país o emocionarse en el podio con su himno cuando gana un oro, el cénit de un deportista, pero es el precio que tendrá que abonar para no perder un ciclo olímpico por culpa de sus compatriotas tramposos.
El COI ha dispuesto esta vez de un tiempo del que careció en vísperas de Río 2016, suficiente para ejecutar una exhaustiva investigación con la comisión de Samuel Schmid, expresidente de Suiza. Las conclusiones son rotundas: hubo manipulación sistemática en el Antidopaje de Sochi 2014 y se hicieron desaparecer positivos. Paralelamente ha trabajado otra comisión disciplinaria, encabezada por Denis Oswald, que ya ha suspendido a 27 rusos. Eso allanará el camino a la hora de formar el OAR. A pesar del peso de las pruebas, la decisión no ha debido ser fácil, porque Rusia es una potencia mundial, política y deportiva, pero el COI necesitaba mostrarse intrasigente ante lo que su presidente, Thomas Bach, ha descrito como “un ataque sin precedentes a la integridad de los Juegos Olímpicos y del deporte”.