Cincuenta años creciendo con el deporte
Hace cincuenta años un grupo de pioneros preparaba el lanzamiento de un diario deportivo. Aquella era otra España. Nuestro deporte había venido viviendo de una trilogía clásica, fútbol, ciclismo y boxeo, y apenas empezaban a emerger nuevos héroes en ‘deportes minoritarios’, como les llamábamos entonces. Santana es el principal símbolo de aquella época, pero no sólo él. Hubo una generación de baloncestistas. Pronto surgirían otros, Ángel Nieto, Mariano Haro, Paquito Fernández Ochoa, Seve Ballesteros... Héroes solitarios, surgidos de la escasez, alimentados sólo de su puro talento. Ellos ampliaron la base de nuestro deporte.
Echando la vista atrás, hay que agradecerles aquella aparición, remando río arriba. Como a Arantxa Sánchez Vicario, un poquito posterior, pero que elevó el nivel de nuestro deporte femenino por su condición de figura nacional. Hoy vivimos otra realidad. Sigue habiendo fútbol, más que nunca, ciclismo, tanto como entonces, y boxeo, aunque solo algo. Pero aquellos ‘deportes minoritarios’, que solían ser agrupados en los periódicos de la época bajo el epígrafe común de ‘polideportivo’, hoy tienen luz propia, títulos coruscantes, grandes audiencias en televisión y espacios propios en los periódicos. Y sus figuras son tan célebres como las del fútbol.
Nuestro deporte ha sido el mejor mensaje al mundo del cambio de nuestro país en estos cincuenta años. Se puso de largo en aquellos inolvidables JJ OO de Barcelona, hace 25 años, con el entonces Príncipe Felipe de abanderado. Anoche nos hizo el honor de presidir la gala de celebración de nuestras Bodas de Oro. Fue un acto feliz, abrazo con tantos amigos, en el que en unos cuantos premiamos a todos. Un acto que nos da fuerza para seguir en nuestra expansión internacional, que emprendimos hace tres años con el espíritu pionero de aquellos que hace cincuenta años echaron a rodar un periódico con un afán que nos obliga a los de hoy.