La tragedia sobrevoló la NFL en el Bengals vs. Steelers
Ryan Shazier, uno de los mejores defensas de la liga, tuvo que ser llevado de urgencia al hospital tras un golpe en la columna vertebral.
Una de las rivalidades más duras, sucias y violentas de los tiempos modernos en la NFL, la que enfrenta a Cincinnati Bengals y Pittsburgh Steelers, vivió anoche uno de esos partidos que resultan difíciles de ver incluso para los que llevamos mucho tiempo siguiendo la liga y entendemos que estamos ante un deporte que no es apto para todos los estómagos. En la desagradable cima de todo lo que ocurrió hay que poner el momento de la lesión de Ryan Shazier, que hizo que la tragedia sobrevolase el Estadio Paul Brown de Cincinnati.
Shazier, linebacker de los Pittsburgh Steelers, fue a placar a Josh Malone, receptor de los Bengals, y, con una técnica defectuosa, se hizo daño en la espalda. Inmediatamente se vio que el golpe había sido grave. Muy grave. El defensor se giró e hizo señas angustiosas de no tener sensibilidad en las piernas.
De inmediato se le atendió en el campo y se le inmovilizó por completo. Sus compañeros, y también sus rivales, se arrodillaron para rezar y el estadio quedó en silencio. Fue trasladado al hospital en ambulancia y los Steelers decidieron no hacer ningún tipo de comentario al respecto durante la disputa del encuentro, lo que indica la gravedad de lo sucedido ya que, por norma general, al primer signo positivo en este tipo de situaciones, los equipos, la liga y las televisiones informan al instante.
El partido continuo. Y fue feo. Y duro. Con muchas jugadas de innecesaria violencia y enorme riesgo para los jugadores. Dice siempre Ben Roethlisberger que cuando juegan contra los Ravens, otra de sus rivalidades, hay nobleza en tanto golpe, pero con los Bengals siempre teme que alguien se vaya a hacer mucho daño. En los playoffs de 2016 entre ambos conjuntos llegaron a verse agresiones que aún hoy ponen los pelos de punta. Esas heridas no se han cerrado.
Al concluir el partido, que tuvo una evidente carga emocional extra para los Steelers, las noticias que llegaron desde el hospital fueron mucho mejores. Kevin Colbert, general manager del equipo de Pittsburgh, dijo que no iba a ser necesaria cirugía en la espalda de Shazier y que el jugador estaba mejorando de manera continua. Se definió la lesión como una "contusión con inflamación en la espina dorsal".
La última hora, pues, es de optimismo ante algo que, en un principio, pareció mucho peor, aunque es bueno mantener la prudencia. Quien no debería ser prudente es la NFL con respecto al resto de peligrosas y violentas acciones que se vieron en el partido.