Holloway repite la historia con Aldo: KO en el tercer asalto
Holloway volvió a noquear a José Aldo en su disputa del título del peso pluma. De nuevo, cuando ambos intercambiaron golpes, el campeón fue más certero.
Holloway noqueó a Aldo en el tercer asalto. La frase vale para resumir el UFC 212 y el UFC 218, ambos combates fueron escritos por el mismo guionista, porque tuvieron idéntico recorrido y final. Hollaway ratifica su superioridad en el peso pluma con su segundo cinturón. Mientras, la leyenda José Aldo ve como la sangre nueva de la compañía se le volvió a atragantar. Aviso en la previa que había aprendido de los errores, tuvo menos, pero el campeón también mejoró y supo atacar mejor. Lo predijo el hawaiano: "En Detroit comienza una nueva era". Cumplió con su palabra.
Los dos luchadores salieron a medirse. Ninguno quería irse al suelo, por ello toda la lucha se desarrolló en pie. Desde el primer momento se dedicaron a intercambiar cañonazos. La mayoría se perdían, otros llegaban residuales para ir arañando el rostro al oponente... pero en cinco minutos sólo uno fue claro: un upper de Aldo a Holloway. El campeón reculó, pero no cayó y aguantó bien. El mismo guión que en Brasil. Aplaudió a su rival y siguieron.
También en el segundo asalto, aunque aquí no hubo golpes certeros. Pese a ello, los dos llegaron al descanso fatigados. La tensión del combate, sumada a tirar tantos golpes e ir encajándolos les pasaba factura y de nuevo en el tercer asalto podía ser decisivo. Lo fue. Ambos perdieron movilidad, intercambiaron golpes y todos los aficionados vieron cerca el final. Primero pegó Aldo, Holloway se rehizo y añadió golpes a su repertorio. Atacó dureza al abdomen del brasileño y le hizo doblarse. Ahí no tuvo piedad.
Con Aldo sin piernas para huír, Holloway enchufó el rodilló y comenzó a conectar golpes duros, pero no demasiado precisos en el rostro del aspirante. No importaron los fallos, porque la insistencia tumbó a la leyenda. En ese punto se notó su veteranía, se intentó agarrar como pudo, estaba muy mermado. Holloway se lanzó con todo en el ground and pound. Aldo quería resistír, no pudo. Se quedó sin respuesta y el árbitro detuvo el combate cuando faltaban nueve segundos para el final del tercer asalto. El campeón corrió fuera del octágono a celebrarlo. Quería ratificarse y lo hizo. Ha empezado su era, ahora quiere marcar época.